El Arte De Amar.

Sentimiento Desconocido.

Los pequeños rayos de sol, se colaban por las percianas de la habitación de Alec. Se sentían cálidos, como el cuerpo de Alec, que estaba aun lado de el, enrollado por las finas sabanas doradas de algodón.

Magnus sabia que esto, sin control prodria volverse una adicción y temía a que Alec fuera aquello por lo cual no pudiera vivir nunca mas. Tenía por que sabia que Alec era su cura, una medicina que le hacia aguantar el dolor de su vida vacía. Y temía por que también era una droga, que le hacia sentir alucinaciones, que le hacia marearse y volverse loco con esas alucinaciones.

Se levanto sin hacer el mínimo ruido de la cama. El cuerpo desnudo de Alexander, parecía fina seda blanca, como Alas de Ángel.

Su cabello negro, estaba alborotado y las marcas que había dejado Magnus anoche, ya hacían sobre la piel de su cuello y su pecho de Alec.

Tomo su ropa, esparcida por todo el apartamento y se la puso. Dejo una nota escrita a un lado de Alec, sobre las sabanas. Salio corriendo del apartamento de Alec, tomando un taxi y mirando hacia atrás, deseando que no fuera debil y cobarde, el apartamento de Alec, se alejo de su vista.

Llego a su casa y abrió, cuidadosamente de no despertar a Catarina y a Anna.

Fue a la cocina, desesperado por sentir el sabor del café entre sus labios.

— Papí, volviste!— la niña se arrojo a su padre.

— Te preguntaría que como te fue anoche, pero por como llegaste a esta ahora, y tu cara esta iluminada. Creo que ya se la respuesta.— dijo Catarina, bebiendo de su té.

— Papa ¿Hoy me llevaras a la fiesta de Cassy?.— pregunto Anna haciendo un puchero.

— Si. ¿Por que no vas a cambiarte, nena?— pregunto Magnus y la niña se fue, dando pequeños saltitos.

— Uhg! Hueles a Sexo.!— dijo Catarina con una mueca de asco pero divertida.

— Soy un idiota!— dijo Magnus golpeandoce la cabeza con la mesa.

— Que hisiste Magnus Bane?— se oyó la voz de Tessa por la cocina.

— Uhg Magnus, hueles a sexo!— Tessa bromeo.

— Es lo que le digo!— dijo Cat, bebiendo de nuevo de su té.

— Pero al parecer por tu rostro, se ve que fue un "Sexo del Asco"— añadió Tessa, robándole un sorbo a la taza de té de Cat.

— No es eso, se sintió como si fuera tu primera vez. Como si nunca ubieras sido tocado y tu primera vez, te hubiera tocado un ángel.— dijo Magnus risueño.

— Así que fue el Mejor Sexo?— Catarina se confundió. — Y por que traes esa cara?— añadió Tessa.

— Lo deje, me fui esta mañana sin que se diera cuenta. Tengo miedo, lo que paso ayer, se sintió Mágico, especial. Es un sentimiento desconocido, y tengo miedo de no poder vivir sin el.—

— Arriesgate una vez en tu vida, tal vez el es el indicado, pero nunca lo sabrás si no lo intentas. Por una vez en tu vida dejate llevar, y si te rompe el corazón, que mas da, Algunos amores, merecen el dolor de perderlos.— Tessa dijo, como si los recuerdos la golpearan, pero como si no le dolieran.

— Dijiste que te sentiste como nunca, y estas confundido, sobre todos tus sentimiento y de eso se trata el amor, te hace confundirte, hasta llegar a un grado de enloquecerte. No desperdicies esta oportunidad Magnus. Ahora que lo tienes, no lo dejes ir.— Catarina le dio un suave apretón a sus manos. — Piensalo, y vete arreglar, que tienes que llevar a tu hija a una fiesta.— dijo Cat, tomo su bolso y salio.

— Yo quiero ir contigo y Anna. ¿Puedo ir?— suplicó Tessa.

— Claro, así no tendré que hablar con gente desconocida.— dijo Magnus y fue a bañarce.

La agua caliente, recorría su cuerpo, mientras recorría con el jabón, aquellas partes que Alec había tocado con sus manos y sus labios. Y los recuerdo llegaban a su cabeza, sobre anoche, sobre aquel, ángel caído del cielo, que lo había tocado y besado. Y supo, que no olvidaría algo así de Mágico, que viviría para siempre en su cabeza ese recuerdo.