Dabi

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Algo que te encantaba hacer era, cuando estabas cansada o estresada, sentarte en el sofá de tu hogar con una taza de tu bebida caliente favorita mientras veías viejos álbumes de fotos. Te encantaba rememorar esos pequeños recuerdos en épocas tan felices: La primera vez que se te cayó un diente, la foto del día de ingreso a la preparatoria, fotos graciosas con amigos, la graduación de la universidad... Te gustaba mucho revivir el pasado. En parte a eso se debe que te hayas graduado en Historia Heroica porque ¿qué puede haber mejor que mezclar los hechos antiguos con los héroes de hoy en día y su evolución?

Sonreíste al pensar lo mucho que te gustaban tus estudios y trabajar ahora como profesora. De repente, volteaste la página y viste una foto muy vieja, algo rasgada y deteriorada. La sacaste cuidadosamente de su funda y te fijaste bien el las caras. Estaba muy borrosa y oscurecida, pero aún se podían apreciar la silueta de dos personas.

Encendiste la lámpara que reposaba en tu mesita, pues el hecho de que fueran las doce de la noche no ayudaba a distinguir bien lo que sucedía en aquella imagen. Transcurridos alrededor de cinco minutos intentando identificar las diferentes formas, viendo con ojos entrecerrados la foto, caíste en la cuenta de quiénes aparecían en la fotografía y la razón por la que esté tan destruida.

— Pensaba que me había deshecho de esta foto...— hablaste en voz alta.

— ¿Pasa algo, cariño? — contestó tu pareja, con la cual mantenías una relación muy saludable desde hacía ya varios años y, por fin, habíais decidido dar el paso de vivir juntos.

Guardaste rápidamente la fotografía en tu bolsa de trabajo.

— Nada, nada... Es sólo que me pongo muy emocional cuando miro los álbumes, ya sabes. —respondiste acomodándote en la cama, dejando un espacio para él.

— Lo sé —suspiró y se acurrucó a tu lado—. Pero sabes que si te sientes mal, cansada o triste, estoy para ti, ¿sabes? — asentiste y te acercaste a él, apoyando tu cabeza en su pecho, para quedarte profundamente dormida.


(...)


— ¡______ sensei, espere! —te volteaste para ver quién te llamaba.

— Ah, Kurumi, ¿qué pasa? —era una de las alumnas de último año de secundaria.

— No entiendo bien una parte del temario, ¿tiene algún hueco para poder explicármela? —preguntó con un hilo de voz.

— Claro, no hay problema. Después de clases puedes pasarte por mi mesa. —ella asintió y le guiñaste un ojo.

En ese momento sonó la campana alertando del inicio de las clases, por lo que la chica corrió escaleras arriba en dirección a su clase y tú reanudaste tu marcha hacia el aula que te tocaba.


(...)


— ¡Muchísimas gracias por su ayuda, ______ sensei! — la chica hizo una exagerada reverencia.

— Oh vamos, no hace falta que seas tan formal. ¡Espero que en el próximo examen lo des todo!

— ¡Sí! — recogió sus cosas, despidiéndose y saliendo de la sala de profesores.

Suspiraste. Se te había hecho bastante tarde, seguramente tu pareja estaría esperando en casa con la cena hecha. Te entró hambre sólo de pensarlo. Guardaste pausadamente las cosas en tu bolso y te dirigiste a la salida de la escuela.

Mientras volvías a casa, decidiste tomar un camino más largo, pues así podrías pasar por tu pastelería favorita a darte un capricho por el duro trabajo, el problema es que se encontraba en un barrio que no era muy... Amigable, que digamos.

|| BOKU NO HERO ACADEMIA ONE SHOTS || [PEDIDOS CERRADOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora