prisionera de un gangster

Luna

"Y entonces vivieron felices y comieron perdices"

Pienso que es un bonito final, es lo mas evidente en las películas o novelas de amor.

-¡Yo quiero!- exclamé cerrando el libro que acababa de terminar de leer y hundí mi cabeza en la almohada.

-Luna, deja de meterte tantas paranollas en la cabeza y ponte a estudiar que es lo que de verdad te hace falta- Eso es lo único que mi padre sabia decir: estudia para poder tener un buen futuro y no estar en nuestra situación bla, bla, bla...
Es verdad que no estábamos sobrados de dinero pero no nos falta nada, tenemos televisión, comida, una cama y teléfonos.
No creo que sea necesario más.

La tarde pasaba lenta, llego mi hermana pequeña Carla de casa de su amiga, es curioso que una niña de nueve años tenga mas vida social que yo pero bueno creo que todos mis hermanos tienen mas vida social que yo.
Sergio se cree un malote de barrio juntándose con latinos trastornados y hasta mi hermana de candela de ocho meses tiene mas amigos que yo, puede que tenga que ver que no salga pero prefiero leer por las tardes y...además para encajar tienes que ser rubia, alta y ser una fresca y yo soy castaña, bajita y con 17 años todavía no e estado con ningún chico.

-Ni falta que me hace- dije saliendo de mis pensamientos, me dirigí a la cocina a beber algo ya que hacia un calor que en esta época del año no es normal.

Cogí una botella de agua y me dispuse a subir a mi habitación cuando escuche a mi padre hablando por teléfono.
-Como no encuentre trabajo pronto no se que aremos por que en dos meses, se me acaban las ayudas- No quise escuchar mas, me preocupaba pero siempre hemos salido adelante esta vez no hiba a ser diferente.

Me tumbe en mi cama perdida en mis pensamientos, siempre pensaba cuando llegaría mi príncipe azul con esmoking y un coche elegante blanco, educado, romántico, detallista...
Pero se que sería imposible ya que no quedan de esos hombres y si quedaran no se fijarían precisamente en mi.

Al cabo de un rato decidí encender mi televisión, me puse a pasar los canales en busca de algo interesante, cuando en uno de los canales que daban las noticias salia la plaza de mi ciudad, me puse a escuchar al parecer la policía estaba investigando un asesinato y las sospechas apuntaban a una banda.

Yo no solía interesarme sobre esos temas pero supongo que al ser mi ciudad me preocupe.

-Luna- mi hermano llamo mi atención desde la puerta de mi habitación, yo solo le mire para ver que quería
-Quiero hablar contigo ¿Puedo pasar?- Mi hermano no suele venir así a mi habitación para decirme algo debe de ser importante.

-Claro Sergio pasa- me senté en la cama para que el también pudiese hacer lo mismo, una vez nos pusimos cómodos mire su cara de preocupacion.
-luna, me gustaría q,ue es un tiempo no salieses mucho de casa ya que ha habido un asesinato y la gente que esta llegando no me inspira confianza.

-Que tipo de gente?- Di por hecho que mi hermano cambien había visto las noticias y se preocupaba por que me pasase algo, pero al hacerle esa pregunta pude ver en su expresión que el sabia algo mas de todo esto.
-Sabes que puedes confiar en mi- le dije agarrándole la mano

-Bien luna ya no eres una niña te hablare claro, supongo que sabiendo la verdad estarás mas alerta- hizo una pausa- Sabes que conozco a casi todo el mundo aquí, y dicen que no se sabe si aquí o en los alrededores esta el jefe de una banda y que hay q tener cuidado, es muy peligroso.

Me quede por un momento asimilando lo q me dijo por q es verdad que oigo muchas cosas de esas en la tele pero de hay a que este en el mismo sitio que yo.
-y eso como puedes saberlo- le dije seriamente a mi hermano

-pues por que los rumores hablan de que mucha gente de aquí le piden dinero, y el te lo deja a cambio de alguna cosa q le interese o de q trabajes para el- me pareció muy extraño todo mucho debería a alguien interesarle algo para dejar antes dinero.
Acabada la charla con mi hermano me puse los cascos hasta caer finalmente dormida.