Capítulo 1

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07:35 AM – Casa Do KyungSoo.

« Sus ejercicios matutinos eran algo indispensable para el joven ejecutivo de 25 años, a corta edad y en la cúspide de su carrera, Do KyungSoo, editor en jefe de la editorial SMTown, se preparaba para un nuevo y monótono día de trabajo en su amada empresa. Amaba su trabajo, amaba ejercer su poder sobre las personas que estaban subyugados a él, era un jefe estricto, le guastaba que todo se cumpliese al pie de la letra y bajo cada detalle que él personalmente le dictaba a su asistente. Por algo era el mejor, y es que gracias a él y su estupendo trabajo, la editorial estaba dentro de las tres más importantes a nivel nacional, y en el top 5 internacional.

Vestía un terno color azul cobalto, corbata del mismo tono y un pequeño pañuelo que sobre salía del bolsillo a nivel izquierdo de su pecho, su cabello castaño rojizo causaba un contraste entre su vestimenta y su piel nívea, sus labios en un rosado natural modulaban palabras mientras hablaba a través del teléfono. Más de una chica se volteaba a verlo, y cómo no, su apariencia resaltaba entre las personas que transcurrían la gran avenida de Seúl, ganaba más de una mirada y palabras de grato alago. »

—Lo sé Steven, y créeme, sé también que quedaste cansado tras derramar toda tu hermosa creatividad en aquel maravilloso libro del que nos hiciste socios, pero escucha... ¿quieres el éxito absoluto?, debes ir con Oprah... Si si, lo sé, te quieres ir de vacaciones y descansar y... ¡buscar inspiración para escribir otra novela, lo sé!, pero créeme, valdrá la pena, solo espera unos días y después podrás descansar todo lo que quieras. Además, Oprah estará solo unos días aquí en Seúl, ¿no sueñas acaso con ir más allá de las fronteras sur coreanas y emocionar al mundo con tus escritos?, pues hazme caso, prometí que te llevaría a la sima, solo toma mi consejo, ¿si?... Ajam, lo sé, lo sé... si... Ah, por favor, has obtenido el éxito inmediato en tan sólo dos meses, estás en el número uno en ventas, ¿y crees que no le gustará tu libro?
Bien, gracias, no te arrepentirás.

Agradeció sonriente y colgó la llamada, mientras seguía su camino hacia el trabajo.

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07:35 AM – Departamento Kim JongIn.

« La alarma emitía aquel típico tintineo por las mañanas, se había dormido otra vez. Rápidamente se levantó de la acogedora y tibia cama que lo envolvía, casi cayendo al suelo por un zapato tirado al azar en el piso de su cuarto. Tomó una ducha rápida, lavó sus dientes dentro de la misma y salió disparado para tomar su terno y vestirse.

Lo siguiente fue pasar a la tienda del Starbucks por el Capuchino Vainilla, con triple de azúcar y diez ml de chocolate dentro del mismo, para su querido jefe. Esto era rutina de todas las mañanas, pero para su desgracia hoy era uno de esos días en los que le salía todo mal. Por suerte la chica del recinto, conocida de él, ya tenía listos sus pedidos a la hora de su llegada, por lo que le alivio bastante su desenfrenada y alocada mañana.

Veinte minutos después ya estaba entrando en el edifico de su empresa, notó que las puertas del elevador se estaban cerrando, por lo que se apresuró y para su suerte, logró ingresar, dejando a todos extrañados por el revuelto y desordenado joven.

El ascensor se detuvo y tras abrirse las puertas, pudo salir, por suerte había logrado llegar antes que su jefe, por lo que tranquilo se dirigió a su pequeña y humilde oficina. Sin embargo, en su camino el junior de las fotocopias se cruzó, chocando y causando que ambos quedaran empapados con el café de uno de los vasos, como resultado: una enorme mancha en su camisa. Pero, gracias a la precaución había comprado dos, del mismo sabor, por lo que aún su jefe no lo mataría.

—Entradas dobles, Exo, Los MAMA 2017. Tu camisa... A H O R A—. Sentenció con una sutil sonrisa plasmada en los labios.

Minutos después ya disfrutaba de una camisa limpia y planchada, justo a tiempo para la llegada de su "querido", jefe.

PROPUESTA ➺ KAISOO || Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora