son pequeños relatos y frases, de una chica cuya personalidad ante todos es alegre, pero cada noche en su habitacion, es ella, sin finjir, sin sonrisas falsa, simplemente ella pidiendo ayuda y dando gritos que ni ella misma puede escuchar. los llama...
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Es sentirse confusa e insegura, tratando de entender este mundo, mientras sientes un vacío y con miedo al rechazo o a que te abandonen.
Es como un día tranquilo, callado y cálido, donde solo se logra escuchar los murmuros de tus compañeros, sientes que se puede escuchar el latido de las personas.
Estoy aquí y ella está cerca, la puedo sentir, tanto que se me eriza la piel, escucho la voz del profesor lejos, me concentro en la luz blanca del techo, sintiendo como mi piel reacciona al tenerla detrás de mí, escribo esto para lograr entretenerme mi mente ya que temo de que me vuelvan a hablar las voces y no lograr controlarme delante de todos.
Está observándome, puedo sentir su mirada fijada en mí, siento un temblor (parecido como a una electricidad) en todo mi cuerpo y también siento como cada vello de mi piel se va poniendo de punta haciendo notar una piel de gallina, me empieza a salir agua por la nariz, no sé qué quiere no es el momento para que venga y hablar ¡POR DIOS ESTOY EN CLASE!
Qué?, es como una imagen de una niña sola sentada en un hermoso lugar sobre un tronco, esta de espalda, luego veo un rostro horrible (como endemoniada), ahora un cadáver de una chica (no es la misma que se encontraba en el tronco, esta tiene el cabello más oscuro), esta tirada en una habitación sola, logro ver sangre salir de ella lo que me hace entender que no es solo una imagen sino un momento , me acerco a ella, observo una lagrima en su mejilla resbalándose y me doy cuenta de que ¡SOY YO! ¡YO SOY LA QUE ESTA MUERTA ALLÍ SOLA!, tengo un vestido blanco el cual fue manchado por la sangre, sangre pura.
¿nunca podre ser normal o siquiera sentirme así?
Vuelvo a la realidad, sintiéndome confundida, creo que estoy viendo las maneras en las que puedo morir, no es la última vez que me pasa.
Sara me toca la mano como en señal de que aún está aquí conmigo, se me había olvidado que había llegado hace minutos atrás.
Luego escucho una voz delicada en mi mente diciéndome: ¡YA CASI!
Se a lo que se refiere, yo también lo puedo sentir, ya se acerca cada vez más el gran día, ¿y cuál es? Quizás sea el día de mi muerte.
Para serte sincera no me importa si me muero o no, lo único que pido es que nadie sufra por mi (mi familia y la persona que me está brindando la mano y a la cual me le puedo confiar cosas y no es sara precisamente), quiero ser eliminada de sus mentes haciendo que me olviden, como si nunca hubiese existido.
Nadie noto lo que pasaba por mi mente, mire a mi alrededor y mi mirada se encontró con una chica de mi salón y solo le sonreí, lo único bueno de todo esto es que nadie nota tu sufrimiento y confusión, dar tu sonrisa y fingir estar feliz y nadie notara lo que en verdad pasa dentro de ti, al menos que miren mas allá de tus ojos, notando la mirada que puede revelar todo lo que hay dentro de ti.
