Purgatorio {1}

¿Muerta?

  "Stop asking me questions, I'd hate to see you cry,
Mama, we're all gonna die."

{Mama-My Chemical Romance}

Cuando Lena despertó en ese obscuro bosque creyó que estaba soñando, después de todo ¿Qué clase de bosque olía a carne putrefacta y se encontraba completamente cubierto de neblina?. Por un instante toda la situación la pareció muy graciosa: su sueño parecía ser una versión de bajo presupuesto de Silent Hill. Se preguntó si Pyramid Head tardaría mucho en aparecer.

Soltó una leve carcajada por su chiste sin gracia y comenzó a caminar. En cada paso que daba más incómoda se encontraba, nunca había tenido un sueño que se sintiera tan real, tan... vivo.

Levantó la cabeza, por lo poco que podía observar a través de las cúpulas de los árboles el cielo se encontraba nublado, y se preguntó si ya era hora de despertar. Tan distraída se encontraba que no notó el tronco delante de ella e inevitablemente chocó contra él. Al separarse sintió la cara húmeda, se llevó las manos al rostro intentando descubrir que era, pero la neblina y la oscuridad que comenzaba a hacerse presente le impedían ver exactamente que tenía. 

—Sea lo que sea tiene un olor desagradable— susurró mientras seguía su camino, ¿a donde? ni ella lo sabía.—podría soñar con cosas como unicornios o conciertos, pero no tengo que ser tan idiota para soñar con bosques. Bien Lena, bien—alzó su voz en cada palabra producto de la frustración. Odiaba estar a oscuras.

Todo su monólogo fue interrumpido cuando alguien, que no lograba ver, la arrinconó contra uno de los árboles mas cercanos. 

—Bienvenida, lamento que debas irte tan pronto—una voz masculina se hizo presente. A pesar de la oscuridad Lena presentía que esa persona tenía una sonrisa en su rostro. Comenzó a dudar seriamente de que eso fuera un sueño, en especial cuando sintió el frío metal sobre su garganta.

"Muy bien Lena, pelear no es una opción él esta armado y tu... por lo menos tienes salud. Podrías correr, por primera vez en tus diecinueve años tus tardes entrenando van a servirte de algo, si: hay que correr"

Intentó zafarse del agarre del atacante, pero su metro sesenta no la ayudaron mucho. Comenzó a gritar, quizás alguien la escuchaba, o la despertaba. Nadie podía morir en un sueño ¿no?. Recordó las historias de Sofia, en como te podías morir en la vida real si morías en un sueño y se asustó todavía más.

Pensó en su padre, en como le había enseñado a defenderse si alguien la atacaba en calle y se esforzó en poder recrear las escenas de lucha en su mente, pero no se creía capaz de llevar a cabo ninguna, definitivamente estaba muerta.

De un instante a otro el peso que sentía sobre su garganta desapareció, junto con la persona que lo ejercía. Escuchó un grito y algo que sonaba como un cuchillo cortando algo, se imaginaba que en realidad era a alguien. No pensaba quedarse a averiguar que estaba pasando, ni si ella era la siguiente, así que optó por seguir el plan original, correr.

Corrió por minutos, aunque para ellas fueron horas. Necesitaba despertar, no quería estar más en este lugar, tenía frío y los pies le dolían más de lo que se creía capaz de soportar. A lo lejos podía notar el final del bosque, y lo que parecía ser una calle. Hizo un último esfuerzo, apresuró el paso hasta la salida, aunque inmediatamente un dolor insoportable en el lado izquierdo de la cabeza la desestabilizaron haciéndola caer.

Se levantó de inmediato y continuó con su camino, pero el dolor volvió, cada vez mas fuerte y constante. En un momento comenzó a ver cosas, pequeñas escenas en las cuales se encontraba en el piso, con el abdomen lleno de sangre y su madre llorando a un costado. Trató de ignorarlas y seguir hasta la salida, solo un par de pasos más. Tres... dos... uno.

No sabía que estaba esperando al salir, quizás despertar y aparecer en su cuarto sana salva, aunque nada de eso sucedió: seguía allí. La neblina no la dejaba mirar más allá de un par de metros, pero por lo poco que lograba apreciar se encontraba en un pequeño pueblo, al menos eso creía al ver las casas del lugar.

Volvió a retomar su camino, aunque seguía sin saber cual era. Las imágenes volvieron a aparecer, esta vez mas duraderas. 

Le dolía el abdomen. Su madre lloraba, aunque las lágrimas se confundían con la lluvia. Intentó decirle a su padre que todo iba a estar bien, pero no podía hablar. Vio a los paramédicos a lo lejos pero sabía que no iban a llegar a tiempo. Inmediatamente el dolor que sentía desapareció, el frío producto de la tormenta comenzaba a transformarse en un calor agradable que la abrazaba cariñosamente. Su cuerpo comenzó a sentirse más ligero, e inevitablemente se durmió:  con un "te quiero" de su padre susurrado en su oído, y con la mano de su madre acariciando su mejilla una última vez.

—Estoy muerta—no era un pregunta, aunque nada tenía sentido.

—Te va a tomar días recordar tu vida. Pero si, estas muerta. Y bienvenida al purgatorio, quien quiera que seas—.

x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x

¡Primer cap! Algo más a modo introducción.