Capitulo 1

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PRIMERA    PARTE

Daesung, era sin más una persona muy muy cínica.

Sus padres siempre le recalcaron que ellos tenían dinero, y que por lo tanto poder. Que eso los hacia superiores a todos y que mientras hubiera dinero con que mantener contenta a la multitud ellos serían grandes. Y para alguien tan susceptible como Daesung en ese entonces, fue eso una maravillosa manera de saber jugar a la "vida".

No fue más temprano que tarde que los padres de en ese entonces un adolescente Daesung se arrepintieron de haber puesto en la cabeza del joven tales cosas, desde arrogante, benevolente y atorrante eso y otras infinidades de definiciones de mal gusto definían al guapo joven entre todos.

Sus padres en una manera de sobre llevar al mal educado joven lo enviaron a un internado de jóvenes "descarriados", de mala conducta donde aprendían y ponían en práctica bienes sociales y educación familiar.

Y es ahí donde comienza una historia... diferente.

Daesung era un joven atractivo de mirada encantadora y buenos modales, y sin contar su mal carácter, tenía un carisma avasallante que atraía a donde sea que él se presentase. Sus padres le habían confirmado de su estadía en el internado, y él estuvo en desacuerdo. Solo aceptando cuando le comentaron que si asistía no terminaría el año escolar sino que se lo comprarían.

> Quieres educarlo y le pagas el año, que tonterías < Había comentado su abuela.

Pero que podía hacer la antigua mandataria de los Min contra el único hijo de su propio hijo; heredero de las propiedades Min.

El internado estaba recluido a las afueras de Seúl, donde el valle era de yerba seca y alta y el roció leve y frió; donde un edificio de bloque rojo se alzaba de manera bestial delante de la desolada carretera quebrando toda la tonalidad natural del lugar.

Rodeado de paredes de concreto altas con barreras electrificadas al final y guardias en las puertas, no era la prisión, pero podía serlo.

Daesung miro de manera cruda como podía terminar si seguía en los caminos que pensaba seguir, no le gustó la idea; pero quien dice que tendría que parar en eso.

Dentro de ese edificio conoció a TaeYeon, una pequeña chica de cara redonda y belfos grandes y rosados. Y aun que se mostrase inofensiva había hecho muchas desordenes en las afueras de ese lugar y con eso se había ganado una gargantilla electrifica para cuando sus ataques de ansiedad atacaran.

TaeYeon era una chica especial, y eso a Daesung le fascino.

El sexo siempre desenfrenado y sin ataduras fue la interrupción de su volcán, no importaba cuantas veces tirase, arrodillase, azotase y maltratase el cuerpo pequeño de TaeYeon, ella siempre lo residía con gracia, erotismo y picardía.

No mentira diciendo que muchas veces entablaron conversaciones como personas normales, sin expresiones raras o referenciado a lo que hacían antes de entrar sino cosas triviales, y la chica era aún mas cautivadoras.

Una pequeña joya.

- Mira hacia el sur detrás de mí, el chico de diente roto... nos mira porque su diente está roto por mí - había comentado una vez de manera orgullosa mirando sus ojos - No importa cuánto me mire, no se acercara me teme; todos me temen.

Y en eso tenía razón.

Pero no fue sino hasta meses después que Daesung salió y TaeYeon quedo, aun recluida.

Pero con parte de Daesung dentro de ella. Muy dentro de ella.

Bloody Rose ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora