Capítulo 1

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-Intenta mantenerte consciente Amber!- escucho esta voz, pero no la reconozco. -Todo va a estar bien!- siento que estoy en movimiento, un carro o no sé.
Intento recordar que sucedió pero la fatiga es tanta que no logro pensar bien y solo el hecho de mantenerme consciente esta tomando todo mi autocontrol.

Alguien me sujeta entre sus brazos y camina.
-Solo... No te duermas!- es la misma voz. Intento abrir los ojos para poder ver quien me habla y no lo consigo.
A lo lejos escucho otras voces que pronto llegan a estar a mi lado.
-Amber, me escuchas?
-Ssssi- mi garganta duele horrores y es lo único que logro decir.
-Te vamos a ayudar, tranquila, solo permanece consciente.
Me siento perturbada y me horroriza no escuchar la otra voz que me daba consuelo.
-Ya esta Amber! Ellos te ayudarán. Llamaré a Isaac para informarle. No me tardo. De inmediato tomo su mano y lo detengo.
-Nno- Ttee- va-yas- le suplico a como puedo.
-No pienso ir a ninguna parte sin ti, niña! Susurra con convicción.

..........

Despierto en una habitación que parece simular un cuarto de hospital, con sus respectivos Aparatos y algunos de ellos conectados a mí. Desconecto uno a uno los distintos claves de mi cuerpo y con esfuerzo me siento.
Todo mi cuerpo duele y tiembla. En cuanto hago a ponerme en pie, una puerta se abre y entra una señorita asiática.
-Oh! Al fin despertaste. Llamaré al señor- hago un ademán con la mano para detenerla pero esta no me ve ni da tiempo a que hable.
Al momento la puerta se vuelve a abrir y entra un hombre al que no logro ver bien por la claridad.
En cuanto se acerca soy capaz de verlo en absoluto.

Joder!

-Hola!- él susodicho saluda mientras toma asiento al borde de mi cama. Instintivamente me aparto de él con terror. No se que me sucede pero no lo pude controlar. -Disculpa, no pretendia asustarte.
-Quién eres?- es lo único que se me ocurre decir.
-Mi nombre es Kevin- me sonríe tranquilizadoramente.
-No se que hago aquí o porqué, no recuerdo nada- susurro temerosa.
-No recuerdas nada?- pregunta preocupado.
-No- le suelto molesta, no con él sino conmigo misma por no saber nada.
-Espera un momento- Sale de la habitación y cierra la puerta.
Me quedo en la misma posición intentando recordar. Debería levantarme y correr, pueden ser secuestradores con bellos rostros y yo solo espero a que lleguen sus secuaces como si eso fuera lo más lógico.
En cuanto la palabra secuestradores viene a mí, toda mi cabeza se llena de millones de imágenes simultáneamente; Paul y yo siendo capturados por el ejército coreano, Paul siendo separado de mí, días sin saber nada de Paul, yo siendo torturada, yo viendo como torturaban a Simon, yo pasando días, semanas sin comer, yo siendo constantemente drogada, yo siendo grabada, yo...
No puedo más con esto, asomo mi cabeza por fuera de la cama y saco todo, lo que seria nada, solo liquidos, de mi sistema.
Con cuidado me levanto horrorizada y tiro encima de el vomito una manta, sigilosamente abro la puerta para cerciorarme de que no haya nadie al otro las de la puerta. En cuanto observo que no hay nadie, salgo de puntillas e inspecciono el lugar para encontrar una salida. Localizo una al final del pasillo pero esa no me da mucha confianza así que sigo hacia mi izquierda por otro pasillo que finalmente me lleva a una puerta de salida.
Abro la puerta intentando no hacer ruido y al asomar mi cabeza veo a un grupo de hombres reunidos en lo que parece ser un garage, con rapidez hago a cerrar la puerta pero él anterior visitante me divisa y saluda.

-Amber, ven! -no se que hacer, el tipo no parece peligroso pero si no me equivoco lo que observé fue todo un arsenal de todas las clases de armas del mundo y eso me detiene.
Aterrorizada comienzo a retroceder poco a poco pero antes de dar él tercer paso la puerta se abre y de esta entran dos hombres, Kevin y el otro no tengo idea de quien es.

-Amber, él es Alex y te explicara todo de acuerdo?- mira mi cara de horror y suspira. -No te haremos daño, solo intentamos ayudarte y protegerte.- dicho esto da media vuelta y sale por la puerta que entró.

ATARAXIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora