Al fin, estoy en vacaciones. Tengo muchos planes en mente para este largo plazo de descanso, los profesores y sus trabajos por fin me darán un respiro por un par de semanas aunque no salió del todo como lo esperaba, mis amigos del salón no les podré ver, debí preguntarles donde viven para poder hacerles una visita, al menos no estoy sólo, tengo a mi familia cerca y ella... creo que no va a estar aquí, escuché que saldrá de viaje durante las vacaciones.
26 de septiembre de 2067.
Han pasado dos días desde el comienzo de las vacaciones y siento como si haya pasado mucho más tiempo. El parque... parece un lugar ideal para pasar el rato.
Estoy aquí, este lugar tiene un aura de tranquilidad y diversión, el canto de las aves en los árboles, la risa de los niños jugando, el aire fresco rosar mi piel, el olor de las plantas y un cielo despejado, este lugar es bello. A mis pies cae un balón rodando y me dirigen la palabra.
-Hey, bolita por favor- volteo y pateo el balón en dirección hacia los chicos que juegan y nuevamente me hablan -buen pase, no te gustaría jugar con nosotros- ésta es una buena ocasión para divertirme y pasar el rato, sin dudarlo les contesto -¡Claro!, mientras seamos más, más divertido e interesante se vuelve el juego-
Me les acerco corriendo y ellos preguntan -¿Cuál es tu nombre, amigo?- por lo que les respondo -pueden llamarme Nils, así me nombran todos los que me conocen-
De esa forma pasa el tiempo, corriendo de un lado a otro, pasando el balón, tirando hacia la portería y risas... muchas risas. Al final del partido hemos perdido con la diferencia de un gol, pero la pase genial. -Gran juego Nils, cuando nos volvamos a ver espero que tengamos una revancha- les volteo a ver y afirmo con un «sí», de esta manera me despido de ellos y me retiro a mi casa.
Estoy en mi casa; necesito ducharme, jugar tanto me hizo sudar y ensuciarme. Al terminar de bañarme me pongo ropa, un pantalón de mezclilla azul, una camisa negra y los tenis blancos, esta ropa no es buena combinación pero es algo de lo poco que tengo. Tocan la puerta de mi habitación y respondí.
-¿Quién es?.
-Soy yo hermano.
-¿Qué necesitas pequeña?
-Dice nuestra Mami que vengas a comer.
-En un momento voy.
-Si hermano, acá te esperamos.
Se escuchan los pasos de mi hermanita alejarse por el pasillo. Esta claro que no somos ricos ni tampoco pobres, pero mi mamá hace que sus comidas se sientan dignas como las de los millonarios, ella me dijo que de pequeña estudió para ser chef pero al final abandonó esa carrera y mi hermana pequeña se llama Rosa y es la única, me di cuenta que tenía un hermano mayor pero él falleció antes de que yo naciera.
Me acerco a la mesa para cenar con mi familia, mi hermanita y mi papá ya están sentados contándome a mí y mi mamá esta sirviendo los platos, una vez que todos tienen su plato y mi mamá se haya sentado, comenzamos a cenar todos, durante la comida platicamos.
-Ya mero es mi cumpleaños, ¿Verdad mami?- dice mi hermanita, por lo que responde mi mamá -tienes razón hija, y cumples 10 años, ¿Qué quieres para tu cumpleaños?- responde Rosa -quiero que me vistan de princesa y pueda invitar a mis amigos para poder jugar con ellos... ¡Ah! Y un pastel que sea muy, muy, muy grande de chocolate.
-Claro hijita, y tú Nils, ¿Que pedirás para tu cumpleaños 17?- porque me preguntará, entonces le respondo -pero mamá, todavia falta mucho tiempo, además me basta con todo lo que me das a día- antes de que mi mamá vaya a decir algo, mi papá le interrumpe y dice -bien Nils, es bueno que estes agradecido con todo lo que te ofrecemos- parece ser que a mi papá le gusta hablar cuando le conviene.