Primera parte: ¿En qué estaba pensando?/ REVISIÓN DE LA HISTORIA

Capítulo 2: Baby Lucas

He quedado a las 5, con Ana, mi amiga, solo ella sabe lo que siento por Berto. Sí, lo sé, no lo debería saber nadie. Mi abuela decía que si deseas guardar un secreto, debes ser la única en saberlo...creo que tiene razón. Pero joder, mi abuela no se emborracho en su vida...y yo me bebí toda la ginebra rosa que se me puso por delante. Pero ella es buena amiga, me prometió guardar el secreto, joder es muy buena amiga.

- Que ovarios tienes, no debiste venir...yo hubiese dicho que me estaba muriendo antes de poner un pie en su casa con su mujer- me dice Ana.
- ¿Qué culpa tiene el pequeño Lucas, que aún no ha nacido, de que yo estoy loca por su padre?.
- Pues por eso mismo, el niño no se iba a enterar.
- No quiero que Berto piense que no me alegro.
- Debería de darte igual lo que piense Berto. ¿Te presento un amigo? Tengo uno perfecto para tí, se llama Pablo, 1'90, moreno, cachas, pero no demasiado, ojos marrón intenso...- Me lo sigue vendiendo, pero a mi me da igual que tenga los ojos marrón intenso o marrón caca, me gusta Berto!

Llegamos a la fiesta...y hay mucha más gente de la que me esperaba. La familia de ella es enorme, tiene hermanas, cuñadas, primas, amigas...Por parte de Berto hay mucha menos gente, le llevo el regalo a la futura madre, y me voy con los del equipo, al darselo no me sonríe, ni me da las gracias. A quién quiero engañar, es muy buena y hace feliz a Berto, pero me da un poco de coraje no ser yo.
- Buenas, ¿cuánta gente no?- Digo dándole dos besos a Edu y su pareja, Raquel, a la que vi poco pero me parece encantadora.
- No conozco a nadie, estoy más desubicada...
- No te preocupes nos hacemos compañía, los tres, porque Ana se me ha perdido al entrar, no la veo- Digo acercándome a una mesa que hay cerca con canapés.
- Miralá ahí viene- dice Edu.- ¿Jordi no viene?
- No, está ocupado... El Follonero siempre está ocupado.- Digo riéndome, me cae bien, pero es un poco... ¿Independiente? No sé, solo hablé con él cosas del curro o de Berto, eso sí me interesa. Es que son amiguitos, y claro yo quería información. Que estuviese casado era un problemilla, pero que tenga un hijo, pasa a ser MARRONAZO, con mayúsculas. No puedo meterme ahí.

Vemos a Ana que se acerca con Andreu, tienen cara de funeral, le pregunto si les pasa algo, pero niegan con la cabeza, se miran e intentan sonreír, pero queda bastante falso.
- ¿Creéis que habrá alcohol?- dice Edu.
- Eres más bestia, como van a servir alcohol, si la madre no puede tomarlo.
- Yo que sé Raquel, que ella este preñada no significa que lo estemos todos.

Todos reímos, pero si que nos haría falta un trago, estamos en un rincón del salon, se ve que han movido los muebles para dar más espacio, y ahora tenemos que estar de pie, la situación es algo incómoda.
- ¿Qué le has comprado al bebé, Andreu? Con la pasta que tienes fijo que algo grande.- Le digo.
- ¿Eh? Mmm bueno yo...- Me dice nervioso, que cortado es este hombre, detrás de las cámaras.
- ¿No te acuerdas lo que le compraste?- Dice Raquel, a lo que todos sonreímos.
- Fijo se lo compro la asistenta y no lo sabe.- Ríe Edu.
- Sabes que no tengo asistenta, y esa broma de que estoy podrido de pasta, esta muy vista. Le compré el conjunto del cochecito, con el maxicoxis, sillita, grupo 0. Listos, que soy muy listos.
- Joder, si que te lo has currado- le digo a lo que me sonríe tímidamente.
- Raquel, cuando quieras un bebé, me lo dices que tito Andreu nos lo financia- dice Edu.
- Eh eh ehh!, que compre más porque soy el padrino!

Seguimos hablando cuando de repente viene Berto, es la primera vez que lo veo desde que llegamos, pero ni me saluda...
- Andreu, llévame por hielo, que la gente solo hace pedirme hielo. Solo queda una bolsa, dios por qué mierda hay tanta gente en mi casa- dice todo alterado.
- Coge tu moto, vine en taxi.
- Coge tu moto, coge tu moto- dice en tono pedante.- Cómo voy a venir cargado de hielo en la moto, piensa Andreu, que no piensas. Vaya padrino, vaya fiesta, yo es que me cago en todo ya. Silvia, ¿tú tienes coche?
- Sí.
- ¿Aquí?
- Sí.
- Pues vamos.- Me dice sin darme opción, esta muy alterado, casi asusta, él es tan tranquilo.
Veo como Ana me mira, me mira mal, pero bueno, ni que fuese mi culpa. La miro, pero no me da tiempo a decirle nada con la mirada, Berto ya me cogió del brazo y me lleva esquivando gente hasta la puerta de entrada.