Capítulo 62

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La lluvia golpeaba con sus dedos húmedos la ventana mientras yo la observo de pie ante ella frotando mis manos para entrar un poco en calor, con la lluvia y la caída del atardecer la temperatura ha comenzado a descender,Shawn ha bajado a acompañar a Tamy para que tome un taxi a casa, ya va más tranquila, la hemos convencido de que no la odiamos, convérsenos a nosotros fue otra cosa, pero en realidad no estamos molestos con ella, al final solo estaba tratando de defendernos, lo que me preocupa ahora es que también ella pueda tener líos por culpa de nosotros.

Sin embargo a pesar de todo lo que ocurre, de todos los problemas que no nos dan descanso a mí y a Shawn, no me siento triste, si no tengo la firme intención de superarlo. De hallar una solución, me siento determinada, estoy convencida de que tirándome a llorar no seré de ayuda para Shawn quien parece ser el único de los dos que al final del día da la cara. No lo pienso dejar solo.

-¿cómo estás? – giro y veo a Shawn entrando por la puerta, me sonríe de lado con ternura.

Avanzo hacia él para prensarlo por la cintura y estrujarlo junto a mí lo más fuerte que mis fuerzas lo permitieran, inhalo su aroma, Shawn siempre huele tan perfectamente bien, como a perfume de hombre, jabón, a limpio. Recuerdo la primera vez que pude tenerlo así de cerca, fue en el parque, con el incidente del hombre ebrio, los brazos de Shawn me dieron protección por primera vez, de esa protección  reconfortante, tal como ahora, es increíble como con un simple abrazo puede hacerme sentir que puedo salir y combatir al mundo entero. Quizá eso sentían los caballeros andantes cuando salían a cazar dragones por sus damiselas, no tenían miedo, y si lo tenían eran conscientes de que en ellos brotaba a borbotones un sentimiento más poderoso que el miedo: el amor.

¡Oh!, ¿Quién eres tu Shawn Mendes, que has hecho a esta chica realista hablar así del amor?

Quizá haya muchas personas pensando por ahí que hablar así del amor es pura cursilería. Es probable que yo fuera una de esas personas. Es seguro que esas personas no se hayan enamorado, tal y como yo antes, convenciéndome que era feliz en la soledad y manteniéndome confortable en la distancia, porque nada valía tanto como para correr riesgos como ahora lo vale Shawn.

Levanto la mirada apoyando mi barbilla en su pecho. Él me sonríe. Quiero besarle. Acerco mis labios a los suyos arqueando el cuello. Shawn se inclina hacia delante y termino de juntar nuestras bocas. El tirón en mi estómago se convierte en un revoloteo, en una corriente eléctrica que recorre todo mi cuerpo, un fuego que me hace estar en llamas cada vez que pruebo los dulces labios de Shawn, lo sorprendente es que no importa cuántas veces le haya besado, siempre me lleva a un punto de éxtasis infinito.

Mi mente solo puede pensar Maldita sea, este hombre es mío. No voy a dejar que lo quiten de mi lado.

Al separar nuestros labios Shawn me sonríe y con una mano acaricia mi mejilla con ternura.

-Sí, yo estoy igual... - me responde juguetón.

-¿Qué vamos a hacer? – pregunto, nuestros brazos se deslizan y nos sujetamos de las manos.

-ser felices – dice Shawn y yo lo reprendo con la mirada -. Por qué, no quieres ser feliz conmigo.

-Yo ya soy feliz contigo – le digo -, sabes muy bien a lo que me refiero.

-bueno, si te refieres al asunto del chango ese... ¿qué tan letal es el arsénico?

-no estás hablando en serio.-Digo con bastante seriedad.

-ja, ja, ja... no.... ¿No?, ¿por qué no? – bromea

-Shawn, necesitamos saber qué haremos.

-yo quizá deba de comenzar a buscar un nuevo empleo...

Mi Querido Profesor (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora