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Me había quedado a dormir en la casa de Ariana, aún no puedo creer que oficialmente somos novias, que finalmente estamos juntas. Me levanté a las 4:40 AM, luego del regaño de la señorita Jauregui, no quería volver a llegar tarde a no sólo a sus clases, a ninguna. 

Terminé de arreglarme a las 5:15 AM. Ya era hora de que Ari se despertara, así que comencé a depositar delicados besos en sus labios. Pude notar como poco a poco mis besos tenían efecto y ella comenzaba a despertarse. -Buenos días princesa- dije a medida que besaba su frente y me senté junto a ella. Mi novia abrió sus ojos con lentitud y me sonrió -Muy buenos días bebé- dijo en medio de un pequeño bostezo y yo reí. -¿Dormiste bien? Será mejor que te apresures, se está haciendo tarde. Iré a hacerte el desayuno, te llamo cuando esté listo ¿De acuerdo?- besé la comisura de sus labios y ella sonrió. Bajé a la cocina en completo silencio puesto que sus padres se levantaban a las 9:30 AM y no quería despertarlos.


Tomé una pequeña cacerola y dos huevos blancos. Saqué del refrigerador dos pequeñas tiras de tocino y unas cuantas fresas. Luego de haber cortado cada una de las fresas en pequeños trozos, me dispuse a preparar un poco de jugo de naranja. Ariana prefiere infinitas veces las bebidas naturales que las artificiales, siempre se ha cuidado y come de manera sana y nutritiva, nada comparado conmigo. Finalmente puse los huevos a preparar y en menos de 3 minutos ya estaba listo nuestro desayuno. Subí con lentitud las escaleras y toqué su puerta con suavidad, no quería abrirla y encontrarme con ella en toalla o peor aún, totalmente desnuda. No recibí respuesta alguna así que supuse que estaría en el baño terminando de arreglarse. Abrí la puerta de golpe y allí se encontraba ella, de costado sobre su cama con unas diminutas piezas de tela, las cuales supuse que eran su ropa interior. -Yo...yo- balbuceaba como idiota. Ver a Ariana de esa forma me hizo perder todo uso de razón, su cuerpo era espectacular y el que me impidiera ver sus senos y su parte íntima, hacía todo un poco más provocador. -Tú... ¿Ocurre algo amor? dijo mi novia mientras elevaba un poco su cadera y se mordía el labio con lentitud, cuanto amaba que lo hiciera así... Yo solo suspiré -Vi... venía a decirte que el desayuno está listo y que si no bajamos de inmediato... vamos a... tard... a llegar tarde- dije a gran velocidad intentando ocultar mi estupidez y ella rió. Pude ver como su mano comenzaba a llamarme con lentitud y en menos de unos segundos, yo me encontraba como una idiota delante de ella. Vi su su mano dirigirse a a su zona íntima y tragué en seco. Ariana metió su mano bajo su ropa interior e hizo unos pequeños movimientos, yo sólo podía ver la escena y continuar embobada delante de mi chica... -Tienes razón Camila, el desayuno ya está listo y si seguimos con esto, se nos hará tarde- dijo retirando los dedos de su parte y poniéndose de pie para comenzar a arreglarse.

De manera torpe me alejé de ella y enfaticé aún más mi mirada sobre su cuerpo el cuál aún se encontraba un poco desnudo. Vi a Ariana acercarse a mi con lentitud y por inercia, di unos pequeños pasos hacia atrás. Estaba un poco agobiada por lo que había ocurrido, no era nada justo que jugara conmigo de esa forma... -Vamos amor, ¿Estás molesta conmigo?- dijo acercándose una vez más y yo de mala gana asentí -Tu siempre has querido esperar el momento indicado- dijo besando mi mejilla -yo no hice nada malo y como tantas veces me has dicho que debemos de esperar, supongo que ninguna situación causa efecto en ti, ¿O me equivoco?- No podía creer lo que había escuchado, ella estaba buscando llamar mi atención y esta vez lo había conseguido. Ariana siempre que tenía la oportunidad, se me insinuaba de manera sexual y yo siempre terminaba apagando la situación. No quería faltarle al respeto de esa forma y mucho menos a mí, quería esperar a que fuésemos algo y así las cosas podrían suceder. -¿Quieres por favor perdonarme?- dijo acercándose a mis labios y ubicándolos sobre los míos. No podría estar para siempre disgustada con ella, no había hecho algo grave y a decir verdad, tiene razón. Yo soy quien le ha insistido cantidades de veces para esperar y ahora creo que es mi turno... 

Ariana comenzó a mover sus labios con lentitud y a los pocos segundos, yo me encontraba respondiendo el beso de la misma manera. Nuestros labios se besaban con sincronía, con lentitud y paciencia; era un beso cargado de amor y sin lujuria alguna, solo amor demostrado mutuamente. Unos pocos segundos después, el beso comenzó a profundizarse y Ariana se ubicó de nuevo en la cama. Torpemente la seguí y me acomode un poco alejada a ella, no sabía a donde llegaríamos si continuamos de esta forma.


Minutos después cuando el beso estaba totalmente cargado de deseo e infinidad de cosas más, me recosté sobre ella y comencé a acariciar la piel desnuda de su abdomen. El ambiente alrededor de nosotras se tornaba poco a poco más cálido y ese pequeño y tierno beso acabado en una interminable lucha de lenguas, estaba comenzando a tener efecto en nuestros cuerpos... -¡CAMILA! ¡ARIANA! SE LES HACE TARDE AMORES- escuché la voz de su madre acercarse a la habitación donde ambas nos encontrábamos. Sin pensarlo dos veces, me alejé y me dirigí al baño, debía de calmarme un poco y bajar la pequeña calentura que dicho encuentro había causado en mí. Al salir del baño me encontré a mi suegra recogiendo la toalla de Ariana la cuál había dejado en el suelo -Buen día amor- dijo depositando un beso en mi mejilla -¿Puedes  creer que Ariana se quedó dormida? Es la segunda vez que le ocurre en la semana, no entiendo si se está acostando muy tarde o si hay algo que le asusta. ¿Podrías hablar con ella y convencerla de descansar?-  mis mejillas estaban un poco rojas y yo asentí nerviosa, ella había dicho que luego de salir de la ducha quiso recostarse unos minutos, pero finalmente terminó por dormirse. Suspiré un poco y tomé una gran bocanada de aire -Por supuesto Señora Joan, en unos minutos hablaré con ella- bese su mejilla y tomé mi mochila. Mientras buscaba la forma correcta de despedirme, comencé a pensar en que momento pudo Ariana haber terminado de arrgelarse. No estuve ni cinco minutos en el baño y ella ya se encontraba afuera esperando por mi -Ya es hora de irnos, muchísimas gracias por haberme permitido estar aquí y por haber sido tan amables y comprensivos- mi suegra me abrazó y beso mi cabeza -siempre supe que entre ustedes había algo y admito que en un comienzo la idea no me gustó, pero con el paso del tiempo, vi como cuidaban la una de la otra y eso Camila, es amor- La señora Grande se alejó de mi, salió de la habitación con lentitud y yo bajé a gran velocidad... Se nos había hecho tarde.

Ariana se encontraba recostada en el capó de mi auto, me miraba con una gran sonrisa y se mordía el labio con lentitud. Me acerqué a ella y deposité un pequeño beso en sus labios -amo que hagas eso princesa, te ves muy muy tierna así...- rodeé el auto junto a ella y le abrí la puerta, me aseguré de que sus pies se encontraban dentro del vehículo y cerré la puerta. Caminé hacia mi lugar e ingresé al auto, miré a mi chica y la mire con seriedad -Señorita Butera, la odio- declaré mientras encendía el motor , ella se acercó y posicionó sus labios en mi mejilla -Me amas y lo sabes bebé, así que no trates de engañarme- Ari rió y yo sonreí al escucharla reír... su risa era la única que me hace feliz.


Estuve manejando durante 10 minutos y gracias a Dios, el tráfico estaba ligero... Sino, llegaría tarde de nuevo y eso estropearía todo. A pesar de, creo que aún sigue teniendo importancia el record de asistencia y puntualidad para mí, aunque minutos antes haya querido dejarlo atrás.

 Aparqué el automóvil y esperé a que mi chica saliera mientras tomaba nuestras mochilas; Ariana se posicionó junto a mí y entrelazó su mano con la mía. Sonreí al ver nuestras manos juntas y nos adentramos en la escuela a tan solo 5 minutos del primer periodo.


DIVIDIENDO NUESTRO AMOR |CAMREN|Where stories live. Discover now