Conozcan la historia de Amelia, quién con tan solo 8 años de vida tenía muchas preguntas rondando por su cabeza.
Se preguntaba porque su abuela siempre le decía que como su madre estaba destinada a hacer daño a los que la rodeaban, Amelia no entendía porque se le comparaba tanto con su madre si difícilmente lograba recordar su rostro, lo único que recordaba de ella era la palabra “loca”.
Amelia también se preguntaba porque su hermana no recibía el mismo trato, Carlota siempre era amada por todos, quizás porque era tan diferente a ella, empezando por sus dorados cabellos que combinaban con sus ojos ambarinos y su piel pálida que hacían a su abuela mimarla constantemente vistiéndola de trajes amarillos para resaltarla como un brillante tesoro… un tesoro estropeado pues era conocida por ser “retrasada”, Amelia se preguntaba qué significaba eso, si quizás su retraso era la razón de porque su hermana a pesar de llevarle 10 años aún gustaba de jugar con muñecas, eso no era algo que preocupase a Amelia, después de todo ella era una de esas muñecas pero lo que si la inquietaba era la pregunta frecuente de si eso era tan grave como para mantener a su hermana encerrada y sin oportunidad de que pudiera hacer nuevos amigos.
No importaba, Amelia se encargaría de hacerla feliz en su pequeño mundo ¿Cómo no hacerlo por la única persona que la miraba con amor? Ella haría todo por su hermana, sin saber que todo implicaba romperse a sí misma.
― Me escaparé. ― Susurró Carlota una noche y Amelia comprendió que su hermana había ya descubierto que lejos de ser un tesoro siempre había sido un canario enjaulado, ahora ella quería extender sus alas y emprender vuelo.
― No puedes. ― Pareció ordenar, pero el canario solo la observo en silencio, parecía ya haber tomado su decisión y ella tenía que encontrar una razón para mantenerla dentro de esa jaula ― También he escuchado las voces que mamá escucha… ― Y los ojos de Carlota se abrieron de manera asustada ― Son reales, y no son malas como los demás dicen, de hecho, son personas que quieren hablar con nosotras pero no pueden así que buscan formas de comunicarse… de comunicarse contigo. ― Carlota suavizo su expresión y escucho cada palabra que su hermana le dijo sin dudar ni un segundo en ellas ― Él piensa que eres hermosa y quiere ser tu amigo pero tiene miedo de la abuela, por eso vino a mí, por eso me pidió permiso para usar mi cuerpo para verte y hablarte a través de mi. Pero si te vas eso jamás pasará, y si se le dices a alguien sobre esto me encerraran como a mamá ¿Tú no quieres eso verdad?
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MUÑECA ROTA
Short StoryElla haría todo por su hermana sin saber que todo implicaba romperse.