MAS ALLÁ DE TODO... AMOR - Spin Off de de la Trilogía Dulce Victoria

CAPITULO IX - UN POCO DE ESPERANZA

Muy pero muy feliz viernes a todos, no se ha terminado la semana, así que podemos decir que no he incumplido con la publicación semanal del capítulo.

En el anterior nuestro Brunito se escapa y se manda una de aquellas, en este capítulo vemos que comienza a expiar, o por lo menos a intentar expiar, sus culpas y como de a poco se van recomponiendo sus relaciones, y su trastornada mente va ordenándose.

Espero que les guste y que el final del capitulo se compense por el drama de los anteriores.

El vídeo que subí me recuerda a la relación de Bruno y Enzo, y como sus sentimientos son de profundos, ademas me encanta quien la canta.

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El día siguiente a mi "escapada", fue un verdadero martirio. Tuve que completar mis tareas del día, muerto del sueño. Recordaba que en mi juventud podía pasarme días enteros sin dormir, y rindiendo casi a pleno. A los 42 una noche de desvelo me iba a llevar varios días de recuperación, por suerte el domingo lo teníamos libre y me podía quedar a dormir todo lo que quisiera. Los sábados teníamos actividades hasta media tarde, y luego también era libre, y mi plan era irme a la cama. Pero una inesperada y no muy deseada visita me lo impidió.

Lucas me esperaba en los jardines del centro. Había traído consigo unos sándwiches y refrescos para compartir. Pero no me apetecía, principalmente porque imaginaba el motivo de su visita.

- Hola – dije desganado sentándome frente suyo, había intentado negarme a verlo, pero para mi desgracia el muy maldito era accionista del lugar y los empleados obviamente hacían lo que él quería.

- Hola – dijo serio, sin dejar de mirarme fijamente, poniéndome muy incómodo y por demás nervioso - ¿hay algo que quieras decirme?

- Lucas, ya no tengo 12 años para que me interrogues – dije intentando sonar muy maduro y superado, pero él no alejaba sus ojos de mi - ¡mierda! – Me queje – ustedes los Díaz Echamendi son imposibles, no entiendo porque se siguen metiendo en mis cosas – el sonrió de medio lado – todo lo que haya sucedido anoche, no fue enteramente mi culpa. Yo ni siquiera quería salir – me defendí muy pobremente.

- Desde que los mellizos y tú comenzaron a andar que no hacen más que meterse en problemas, y con el adicional de Valentín, las cosas se hacen más grandes ¿verdad?

- No comparto, son exageraciones – desvié la mirada.

- Podemos estar toda la tarde y la noche recordando sus andanzas ¿quieres? – Negué con la cabeza, no nos iba a alcanzar el fin de semana para terminar – mis hermanos y mi cuñado ya han sido castigados por su imprudencia de ayer. Cuando pienso que nada más puede sorprender de esos idiotas, se cuelan de manera ilegal en una institución psiquiátrica, violando la seguridad y sacando a un paciente. No sé cómo pudieron pensar que era una buena idea.

- Querían pasar tiempo de calidad conmigo, como en los viejos tiempos – dije más tranquilo – no parecía ser tan grave.

- ¿Tienes idea de la cantidad de leyes que violaron anoche? – negué, si bien mi familia casi entera se había dedicado siempre al mundo de las leyes, yo particularmente nunca me interese. Quizás era uno de los motivos por los que tenía un "pequeño" legajo con la policía – y para rematar, Alexis ha terminado internado.

- ¿Y qué tendría que ver eso conmigo? – ya era el colmo que me culpara por los problemas de salud del amigo gay de Victoria. Lucas enarcó una ceja.

- Tendría que ver, porque está allí por tus golpes – quise negar y me acordé. Pero no podía ser, ¿Qué clase a animal golpearía a Alexis? Si era más delicado que Victoria.