Prólogo

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Champ de Mars, 5 Avenue Anatole France - Paris, Francia

Hace un mes...

Diamond no podía caber en emoción, al fin le darían lo que ella quería, obtendría lo que la guiaría al asesino de sus padres y así poder tener su ansiada venganza.

Estaba esperando en la punta de la Torre Eiffel, justo donde ya las personas no podían llegar a subir, pero ser un Arum es ventajoso para ella, y muy útil en estas ocasiones.

Diamond sintió la presencia de alguien, un Arum para ser exactos, y se puso alerta cuando él puso su mano en el hombro.

- Como me vuelvas a tocar, vete despidiendo de tu mano - dijo en un tono de voz bajo, frío y atemorizante. Esto causo un pequeño escalofrío apenas perceptible en él ya que sabía que la palabra piedad no estaba en su vocabulario y que ella siempre cumplía sus promesas. Fue retirando la mano con una pequeña sonrisa comenzando a tirar de sus labios, en eso ella esta dándose vuelta mirándolo fría como suele hacerlo.

- Esta bien, lo que tu digas - su un tono de voz que tenía doble sentido tirando de sus palabras

- Oh vamos Petter, me doblas la edad, deja de ser tan degenerado y dame lo que quiero - respondió en un tono despectivo

- Te daré lo que quieras... Y mucho más - dijo comiéndosela con la mirada y acercándose

- Me halagas Petter - contestó señalándose así misma con una pequeña sonrisa sarcástica creciendo, pero tan rápido como llego se esfumo - pero mis palabras no tienen doble sentido y no quiero nada de ti excepto la información que me puedas dar.

- Vamos Diamond, la podemos pasar bien y te prometo que disfrutaras - insistió acercándose aún más a ella.

- Mira, para de una maldita vez tu juego que no me esta gustando, tienes suerte que no te he matado aún porque tienes información que se es de mi interés, así que no te pases de listo conmigo, hoy no estoy de humor para más de tus estupideces - advirtió ya con poca paciencia.

- Me encanta cuanto te pones agresiva, es sexy - dijo con voz ronca y esto la hizo rodar los ojos, ya estaba exasperando a Diamond - pero, esta bien ¿qué quieres saber?

- Nombre y Apellido y en donde lo puedo encontrar.

- Directa, me gusta y también ciertas partes de tu cuerpo...

Suficiente. Pensó

- Ya estoy harta - Diamond convirtiéndose en su verdadera forma y enganchando sus manos en el cuello de Petter ahorcándolo, él intentó zafarse pero no pudo e intento golpearla pero ella lo esquivó fácilmente.

- Ahora me dirás lo que quiero saber o te clavaré esto - saco una obsidiana que llevaba en el borde de sus vaqueros - en tu maldita polla, no me importará si tienes información o no, ya encontrare a alguien más que me lo diga pero mejor ahorrame el tiempo de hacerlo ¿comprendes?

- ¿Y cómo se que no me vas a matar después de que te dé la información? ¿Cómo se que puedo confiar en ti? - hizo una pausa, cuando intento hablar de nuevo Diamond lo corto

- No lo sabes, pero la vida es un riesgo, él que no arriesga no gana. De todos modos deberías arriesgarte porque de igual forma te mataré y te prometo que si no me dices tu muerte será lenta y dolorosa - aseguró con convicción mirándolo fijamente a los ojos mientras de el comenzaba a irradiar oscuridad y en los ojos de Diamond podía ver que no mentía

- Eres una perra

- No, solo tengo sed de venganza. Ahora dímelo que ya se me acabo la poca paciencia que tenía.

- Cole... Cole Price

- ¿Tu me ves cara de vidente? - dice con un tono sarcástico

- No.. ¿Por qué?

- Entonces ¿como mierda voy a saber donde encontrarlo?. Dime donde vive

- E-en - dijo cortando las palabras, y se reflejo en sus ojos un atisbo de miedo

- ¿E-en donde? - impaciente imitándolo

- En West Virginia, allí e-están ubicados u-na gran cantidad de Luxen

- ¿Estás malditamente seguro?

- S-si me ahorcas

- Ah... Sí

- Dejame ir....

- Tienes razón, probablemente soy una perra - fingiendo razonamiento, y dio una pequeña risa con falta de humor

- ¿Qué har... - no le dejo terminar cuando le clavo la obsidiana en el pecho y vio como se desvanecía hasta quedar en su verdadera forma y desaparecer en la oscuridad de la noche.

Conque West Virginia, eh creo que esa ciudad recibirá mi hermosa presencia durante un tiempo. Pensó

Cole Price te llego tu hora

....

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Holaaa ¿cómo estan?

Espero que bien....

Ojala les haya gustado el prológo y sigan leyendo

Besos... Bye

 Dangerous LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora