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Epilogo

Eran las 6:00 am, 7:10 tenía que llevar a los chicos a la escuela, 7:30 entrevista a la niñera, a las 8:00 tengo una reunion de padres y 8:45 tengo que irme a entrenar. Cada día se me hace mas difícil, más sin Bárbara, pero por suerte Jessica, Luciano, Dybala y algunos más me ayudan.

Pensando en todo eso, me levanté. Triste, cómo siempre, pero antes de abrir la puerta sonreí, sonreí para lucir feliz y como que podía cargar con todo esto. Camine al cuarto de los chicos y lentamente fueron despertando, y como todas las mañanas: "Mamá volvió?". Todos los días igual, la misma pregunta que a los tres nos mataba silenciosamente.

- No, Valen, no se cuando va a volver mamá.

Agachó la cabeza y se levantó, al igual que Elena.

Estaba preparando el desayuno, cuando el medico encargado de Bárbara llamó.

- Doctor? Pasó algo?
- Señor, ella por fin despertó.

Y en ese momento, mi corazón estuvo a punto de estallar de emoción. Por fin despertó, por fin.

Nos dirigimos los tres a la clínica y corriendo subimos al tercer piso.

- Señor, acaba de despertar. Esta un poco perdida y la mitad de su memoria falla, vaya con cuidado.

Eso me derrumbó, pero igual entré, con la esperanza de que ella me recordara, a mí y a nuestros hijos, a nuestra historia.

La miré, me miró. Mi vista se nubló por las lagrimas, y habló.

- Joaquín... Estas acá, después de todo este tiempo...

- Pensaste que te íbamos a dejar acá? Estas loca.

Con cuidado la abracé, disfrutando cada parte de ella. Teniéndola en mis brazos, le agradecí a dios, a la vida o a quien sea, el hecho de que ella esté aquí.

- No sabes cuanto te extrañé, Barbi. Los chicos todos los días me preguntaban por vos, yo sabia que te ibas a despertar.

- Los nenes, como están? Deben estar re grandes...

- Si... Espera. - salí - Chicos, vengan...

Entraron y en la mirada de ella vi algo increible. Miles de sentimientos. Amor. Y nos abrazamos. Fuimos una familia unida, por fin.