Solo

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-¡Conejo tonto! -¿Por qué Seulgi seguía llamándolo así?

-Mi nombre es Kookie, Seulgi noona.

-Cállate, no eres más que un gordo conejo tonto. Mira tu cara, es tan fea. Tienes los cachetes tan gordos, ¿aquí escondes escondes tus zanahorias?- fuertes tirones a sus mejillas lo hicieron soltar gemidos de dolor. Con sus manitas trató de apartar las manos de Seulgi.

-N-noona, duele mucho... - Chanie no tardaría en llegar y protegerlo de su compañera, pero si Chanie la descubre la puede acusar, y eso sería malo. Noona seguiría haciéndole daño a sus rechonchos mofletes.

-Ese es el punto que te duela, que te duela mucho, te lo mereces por quitarme a mi Yugy, no eres más que un arrastrado huérfano. Tu madre te debió abandonar por ser alguien tan desagradable... -las mejillas ya tornadas de un intenso color rojo, ardían demasiado.

Lágrimas se deslizaban por aquellas, adoloridas por los pellizcones.

-Ya n-no hablaré con Yugy, te lo prometo... -No quería dejar de hablarle a su nuevo amigo, pero no quería que Seulgi le siguiera haciendo daño-, p-por favor.

-No te quiero volver a ver cerca de él, ¿entiendes, Jungkook? - con sus manos jalo sus mejillas aún más fuerte.

Desesperado porque le suelte, asintió con lágrimas saliendo a borbotones.

Seulgi lo empujó contra le pared, levantó la mochila de Jungkook y se la lanzó a su rostro con una sonrisa burlona.

-Aléjate de todo lo que es mío, asqueroso huérfano.

Tal vez Yugy no era su persona especial después de todo.

Ya ha pasado cuatro años solo.

¿Cuántos faltan para encontrarlo?

Tócame más ||Jikook||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora