Todo empezó en la preparatoria, esa parte de mi vida, una parte maravillosa y para algunas personas puede ser muy peligros, ya que aquí es donde por fin logras volverte independiente, aquí todo lo haces tú, pero no todos están preparados para entrar a esta etapa, sin embargo, yo lo estaba, o eso creía, hasta que te conocí.
Aún recuerdo esa tarde, esa maravillosa tarde en que te vi entrar al salón de clases, yo estaba distraído como siempre, platicando o jugando, eso no lo recuerdo bien, solo sé que en el momento en que te vi, mi atención estuvo en ti, en esos ojos maravillosos que tienes, tu cabello, aunque algo desarreglado (en realidad todo revuelto), y tu cara tan simpática, supe en ese momento que tú eras alguien por quien lucharía para poder estar contigo.
-¿Ya viste? Ella es de sexto. Lo sé por sus amigos, no puedo creer que repita matemáticas en nuestro grupo. – Dijo mi compañero Pablo, él es una persona inmadura, aun no entiendo cómo es posible que Pablo tenga tantos amigos y conocidos en esta, la prepa más grande del país. Debe de ser una persona muy social, sin embargo, nunca he dejado que note que me impresiona que conozca a tantas personas.
-No, no es así, se ve muy pequeña, yo creo que apenas paso a quinto. – Conteste con un tono de indiferencia, sin embargo, me sorprendió que Pablo dijera eso, pero con la gente que él conocía, muy probablemente él ya la conocía, o por lo menos la había visto antes.
Ella estaba parada en el pasillo jugueteando con un chico que parece de su edad o tal vez más grande, y una chica más alta que ellos dos, ella sí parece más grande, es seguro que ella si va en sexto, pero por qué estar con alguien de cuarto, tal vez tenga razón mi compañero pablo.
-¿Maestro? ¿Puede salir un momento? – Dijo aquella chica con una voz tan dulce, por un momento creí que era una alucinación mía tu voz, pero cuando noté que todos voltearon a verte al escuchar tu voz, descubrí que debía de ser verdad.
-¿Qué pasara? ¿Por qué tardara tanto el maestro? ¿De qué estarán hablando? – Le pregunte a Pablo.
-No lo sé, pudo haber pasado algo. – Contesto.
-No creo, estaban jugando antes de pedirle que saliera. – Le dije sin embargo él se dio la vuelta y ya no contesto.
Unos minutos después el maestro entro y la chica paso atrás de él.
-Bueno chicos, ella será una de sus nuevas compañeras, se integrará al curso junto con ustedes. – El maestro anuncio.
La chica se puso roja, empezó a asustarme, por un momento creí que no podía respirar, cuando volteo a vernos a todos de frente y dijo: - Hola, me llamo Erika Yari y como ya menciono el maestro Gael, estaré en su grupo. – Dijo tímidamente.
-Muy bien Erika, ¿Entraras a clase el día de hoy? – Pregunto el maestro.
-No maestro, iniciare mañana, tengo que arreglar algo en la dirección antes de que se valla la secretaria del grupo. – Contesto Erika con esa sonrisa que me fascina ver.
-Así que esa chica tan bella se llama Erika, suspiré y no pude pensar en otra cosa más que en Erika, nunca me había sentido así, ¿Qué es lo que me sucede? ¿Porque me siento de esta manera? ¿Qué tiene esa chica? Todo me parece perfecto de ella, ese nombre, su cabello desalineado, su falta de preocupación, la forma en que ella sonríe, no sé, debo de averiguar más.
Después de dos largas horas por fin termino la clase de matemáticas, la verdad si recuerdo más de un cuarto de lo que dijo el maestro es demasiado, no pude concentrarme, decidí que durante la siguiente hora libre iría a la biblioteca para poder leer el libro que tengo en la mochila, pero al salir del salón ella estaba ahí, jugando con esas dos personas, tengo que hablarle, lo hare.
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La locura de tú amor
RomansEl amor se encuentra en cualquier lugar, sin embargo no llega a cada momento. Es la historia de Antonio Ortega, un estudiante de preparatoria quien conoce a Erika Yari, una Chica quien se integrara a su grupo y con quien conocerá el amor, cuenta su...