~*~Semana EraserMight~*~ [Toshinori Yagi x Shouta Aizawa]

Día 6: Angst

Hoy toca la parte triste de la semana, así que saquen sus pañuelos (?)

Entro de nuevo en su casa con pasos lentos, sintiendo su cuerpo completamente pesado. Había algo dentro de él que se sentía pesado y le provocaba dolor, en cualquier momento podría dejarse llevar por ese peso y caer al piso.

Afuera era de noche y en el interior todo permanecía a oscuras.

No quería estar ahí, pero fue obligado a regresar.

"Te avisaré si algo sucede. Debes descansar"

No quería descansar. Necesitaba estar al lado de él. Estar ahí para cuando despertara.

Llego hasta la habitación donde ambos dormían. Y justo, frente al armario estaba uno de los trajes de All Might. Ese traje que le quedaba ceñido al cuerpo en colores azul, rojo y blanco.

Sostuvo la prenda entre sus manos y la llevo hasta su rostro para inhalar el aroma de Toshinori que tenia.

Sonrió amargamente y sus manos temblaron, su vista se torno nublosa y un fuerte nudo en su garganta le impedía liberar su voz.

Fue el momento donde se permitió quebrarse por un momento. Se dejo caer de rodillas al suelo y sin soltar ese traje de héroe termino recostado hecho un ovillo, abrazándose a sí mismo. No quería regresar a casa, sin embargo, tampoco quería mostrarse débil ante los demás.

Su voz salió a forma de gritos mezclándose con el llanto de su corazón y el sabor salado de sus lágrimas.

Toshinori sigue vivo. Necesita aferrarse a una verdad, a creer en algo, sino terminara hundido en una profunda oscuridad.

Toshinori sigue vivo. Pero no puede saber lo que ocurre a su alrededor. Dormido en un sueño semi-profundo, dejando a los demás con la expectativa de cuando despertara.

Aizawa sabía que la vida de Yagi se estaba consumiendo lentamente, o quizás más rápido de lo que quisiera imaginar. Hecho a la idea de algún día ya no estaría a su lado, jamás imagino que el verdadero miedo de perderlo fuese tan grande.

No creería que le dolería tanto.

Y aun así, le estaba doliendo. Estrujaba su corazón de manera cruel y el destino se burlaba de él, arrebatándole al ser que más ha amado en toda su vida.

En medio de su llanto y su visión borrosa, la escasa luz que entraba por la ventana llego a iluminar dos objetos que brillaron con intensidad.

Se calmó por unos segundos para levantarse y gatear hasta donde estaba esa cosa que brillaba. Dejo el traje a un lado y tomo una pequeña caja roja aterciopelada, donde dos pequeños anillos dorados brillaban con la luz que llegaba de fuera. ¿En qué momento esos aros cayeron al piso? No lo sabía y tampoco importaba.

Tomo uno de ellos y se lo coloco en el anular izquierdo, la sensación del metal en su piel era fría, como la realidad que golpeaba su ser en ese momento. Y su cuerpo tembló de nuevo al igual que las gotas que no dejaban de salir por sus ojos. El dolor seguía ahí y no se iría en un buen tiempo.

Que ilusos habían sido, al creer que todo sería perfecto, compartiendo aquellos votos secretos de amor entre los dos.

Que iluso seguía siendo, al creer que Toshinori despertaría otra vez.