Otro Mundo

Lugar extraño

Miles de soldados se podían ver en formación a lo lejos, parecían a la espera de instrucciones, llevaban armaduras lanzas, espadas, arcos, porras y alabardas, frente a ellos habían tres hombres con relucientes armaduras montados a caballo, sin duda tenían que ser los generales, parecían estar hablando con los soldados mientras los caballos trotaban lentamente de un lado a otro.

El cielo estaba completamente azul, no habían nubes a la vista, hacía un buen día, una brisa ligera refrescaba mientras que el sol no estaba muy intenso, miré tras de mí y quedé sorprendido, habían miles y miles de soldados con armaduras variadas entre cuero y un metal oscuro, miré mis manos y estaban bajo unos guantes de malla metálica negra, al parecer yo también tenía una armadura.

"Graaaaahh"

El suelo empezó a retumbar miré nuevamente al frente ,habían muchos soldados, todos esos soldados venían a paso ligero, las pisadas de todos esos juntos provocaba un temblor perceptible incluso a esta distancia, no pude evitar tragar saliva.

"Aaaah"

Mi cabeza empezó a doler, instintivamente lleve ambas manos a mi cabeza quite el yelmo y la sujeté, sentía que miles de alfileres de clavaban en mi cabeza.

[???:ha recibido una bendición al transmigrar o reencarnar]

[Bendición: Mutación genética]

[Mutación genética: Al introducir la sangre de otra especie en el bendecido este obtendrá las cualidades y capacidades de dicha especie]

[Máximas mutaciones permitidas: 4(5)]

[El bendecido ya es poseedor de una mutación genética]

[Mutaciones genéticas:

*Tigre Dorado Parpadeante
#Rareza: ***
* ???

* ???

* ???

* ???

Bendiciones actuales: 2]

-Erick.-

-Erick.-

-¡Erick levántate!-

Una voz femenina se podía escuchar justo a mi lado , mi cuerpo sudaba, el dolor en mi cabeza desapareció cuando la voz dejo de resonar en mi mente, tan extraño.

Muchos recuerdos de otra persona inundaban mi mente, era exactamente igual a mí en apariencia, mismo nombre, distinto apellido, Goldtiger...

-¡Erick!-

Mire a mí alrededor, los soldados segían su marcha hacia el frente, algunos me miraban con desprecio, no entiendo nada de lo que pasa.

-¡Maldición!-

Miré en dirección a quien repetía mi nombre con tanto nerviosismo.

Quedé deslumbrado, no por luz o algo por el estilo, debido a belleza, si, belleza sin igual, pelo rubio, ojos celestes, labios color cereza y completamente vestida de cuero negro con pequeñas piezas de pétalos en hombros, caderas, rodillas, codos, nudillos y tobillos.

No pude evitar quedarme paralizado unos segundos.

Ella me miró con algo de disgusto, creo que la miré demasiado, con algo de dificultad aparte mi viste de ella y me puse de pié, apenas noté que era alto, muy alto, por lo menos en comparación con mi otro cuerpo, debía medir 1,95 metros, comparado con mi 1,80 anterior...¡era muy alto!

Mi cuerpo no era delgado, tampoco musculoso, era un punto entre ambos musculatura desarrollada y definida, pelo rubio, espera...¿Pelo rubio?

Sujeté un mechón de cabello y lo observé detenidamente, era rubio, lo de la altura no estaba mal, pero apesar de lo común prefería mi cabello castaño oscuro.