7. Shooting Stars.

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Septiembre 10, de 1983

Manuel Rodríguez

Argentina, Buenos Aires

Aún recuerdo lo que el mundo fue alguna vez para mí, lo encantador y magnatico que él podía ser, y su seguridad de no dudar en mostrársela al resto. Para mí siempre será un misterio sus trucos, con cada roce, cruce de palabras o simplemente con su sonrisa llegaban a ponerme a flor de piel, las infinitas mezclas de sensaciones inexplicables que solo él me hacía sentir. Aunque me costara de admitir frente a los demás, siempre pensé en el como el único para mí

"Las heridas sanan con el tiempo" - dicen, lo he escuchado tantas veces que me repugna

Nunca supe realmente como había acabado aquí, en ese entonces era lo de menos (ya el tiempo se encargó de revelar eso por sí solo) Tal vez fue el destino o como quisieran llamarlo encontrarnos una noche igual que esta, totalmente oscura, fría pero totalmente iluminada por las estrellas que solíamos admirar, tan cercas pero tan lejos al mismo tiempo nada nos asegura que sigan ahí o simplemente se hayan esfumado, sin embargo aún seguimos viendo su resplandor, aunque no llegue a durar mucho aquél momento, para algunas personas nos lo es todo.

Cada vez que más recuerdo más me daña ver los días grises pasar, aquellos sueños compartidos e ilusiones de planes para el futuro que jamás llegaron, habrían terminado por alimentar una leve esperanza de que su resplandor volviera, por más lejano que pareciera seguía pidiendo al cielo que regresara a mí.

El tiempo paso, y espere, y espere, y espere por dias pero no importara cuanto lo hiciera una parte de mi sabia que era estúpido continuar. Mi cabeza sabia que aquella pequeña esperanza solo estaba logrando destruirme poco a poco...

¿Pero saben? Continue, sin importar lo que me pasara

Porque aún un creía en él y soñaba en que algún día volviera a mis brazos y me dijera "Aquí estoy, amor"

"Tranquilo, todo está bien"

Realmente necesitaba escucharlo al menos una vez más... Aún si el momento compartido hubiera sido efímero, las cicatrices fueron profundas y nunca se marcharon. Ahora derribado, solo siento un gusto amargo entre los labios por las botellas derramadas entre la habitación y me siento junto a una vieja radio que me hace compañía, no piensen mal, el volumen esta lo necesario para no llamar la atención.

Debajo del manto azul estrellado puedo sentir la brisa fresca asomarse por el balcón, la lluvia ha parado y solo unas cuantas gotas bajan por los tejados. Todos me consideran un loco por seguir aqui, en lo que alguna vez fue nuestro querido hogar, pero diganme

¿Quién puede culpar a un corazón roto aferrarse a un recuerdo?

Resguardo en lo más profundo de mis memorias su cabellera rubia reluciente, sus ojos verdes tan penetrantes y sonrisa tan boba con la que me recibia cada mañana como si fuera lo más valioso del mundo, también recuerdo con gran nostalgia su pasión al mundo, al tango, al rock, al futbol, y la literatura pero más que nada su pasión por enseñar. Todavía conservo todos los libros junto las pinturas que me regalo, me conocía tan bien... pienso quedarme con cada uno de ellos de cualquier forma. Puede que suena tonto que intente detener el tiempo de esta forma tan necia, pero asi siempre fuimos, un par de tontos enamorados.

Sé que él nunca dejaría alguna injusticia pasar ante sus ojos y menos quedarse de brazos cruzados

Sé que él siempre fue incontrolablemente idiota

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⏰ Last updated: Oct 22, 2017 ⏰

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