Textos

Recuerdos

Inspiras, expiras, inspiras, expiras, escuchas sonar el despertador y lo apagas, estás harta de tener que levantarte cada día para volver a ir allí.
Hoy parece un día como otro cualquiera, pero tú sabes que no es así, que hoy es un día diferente a los demás. Apenas recuerdas que es lo que pasó ayer al finalizar las clases, pero sí que recuerdas todo el dolor que sentías, ese dolor que te salía desde lo más hondo de tu ser y se apoderaba del resto de tu cuerpo y de tu mente, además los moratones que se extienden por todo tu cuerpo se encargan de recordártelo a cada movimiento. Pero todo ese dolor ya no importa, queda escondido por tu sonrisa, está ardiendo en la hoguera hasta ser sólo cenizas, quizá tú también te merezcas acabar así, muerta en la hoguera, todos te dicen que debes morir y quizá sea cierto.
En el fondo sabes que no vas a rendirte, que vas a convertir el dolor en fuerza de cañón para elevarte desde el pozo en el que vives, y que vas a demostrarles a todos, que tú eres mucho más fuerte de lo que se piensan, y que vas a ser realmente feliz y no vas a dejar que nadie vuelva a hacerte caer al suelo nunca más.