Lo difícil de tener lo que no mereces

Prólogo

¿Quién soy?... Soy Margot ¿Es mi nombre real? No, no lo es pero es como realmente quisiera llamarme así desde este momento, en el que dejare que todos lean, se burlen o lloren junto a mí contando mis experiencias dolorosas o mis pensamientos más absurdos, a lo que busco una respuesta aunque ya tenga una frente a mis narices.

Mentalmente estoy cansada y por eso está surgiendo este libro «Suponiendo que llegase a ser un libro y tenga éxito». La idea de hablar sobre mi vida y mis dramáticos sucesos no ha sido fácil, me lo he pensado mucho, dos años como mucho (Ahora tengo 18, aunque probablemente si esto llegase a salir a la luz tendría 80 años). Si, soy una persona positiva pero además me encanta el drama, habrán ocasiones donde encontrarán dragones en mis historias y espero no les sorprenda o los decepcione porque dudo que llegue a decir esas barbaridades.

Mi propósito es abrirme a las personas que no me conocen ¿Por qué? Porque pueden odiarme, pueden quererme o tener sentimientos encontrados conmigo o con mis historias pero a lo mejor ustedes me entiendan mejor que las personas a mi alrededor, un odio/amor del que yo no sabré, bueno a menos que me acosen y me ataquen a través de esto... espero eso nunca suceda, de verdad. Aunque es ilógico, si me están leyendo es porque tuve el valor suficiente para subirlo a una página o está en físico y ya sabrán de mí, aun así espero nunca ser odiada por contar mis patéticas anécdotas.

Hoja.

Ves esas hojas en aquellos arboles, que brillan por su hermoso color verde y el reflejo del sol, que disfrutan de estar ahí, en calma, tan cerca pero a la vez inalcanzables, que si pudiesen te viesen y dijeran "tan patético, no intentes arrancarme". Para mí, somos hojas que disfrutamos de nuestra vida, que estamos en nuestro lugar de confort y nadie puede arrebatarnos, en los que si podemos hablar y decir aquellas palabras, ¿el humano? En este caso sería el destino, la vida, el buda, el karma o en lo que tu creas en el que sin pensarlo le pusiste el mayor de los retos... de bajarte, tirarte al suelo y dejar que te pisotee, no solo él, sino que muchos más...