Moneda

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No se con que exactitud si las personas adultas seguirán haciendo este tipo de cosas, pero es casi seguro que de pequeños e incluso de adolescentes jugáramos con una moneda ¿Me explico?
Para elegir entre una u otra cosa y pocas veces tenías la suerte de que cayese en: cara o cruz, cuando tu lo elegías, esas veces que dejabas en el criterio de la moneda alguna decisión que creías importante, al tirarla tu mirabas hacia arriba deseando que cayese en lo que deseabas, permanecías inmóvil, observando como cada vez se elevaba la moneda entre giros y giros y muchas veces creías eterna esa moneda y nunca bajaba.

Así es como me sentí por años, esa pequeña deseando que la suerte fuera de su lado y cayese en lo que ella realmente quería, mirando incluso con la boca abierta esperando a gritar con todas mis fuerzas porque se eligió eso que tanto desee. Pero en vez de eso la moneda nunca cayo,  y yo estaba paralizada, sin poder predecir ni visualizar el peso que tendría esa moneda al caer... 

Mientras esperaba esa moneda como una ingenua no podía moverme por si algo me golpease, era más importante esa moneda, que cualquier golpe todo por no distraerme de ese enfoque y ahora hubiese preferido apartarme de aquel golpe a seguir esperando la moneda ¿Por qué Porque no habría ganado dos golpes demasiado fuertes que figurativamente sentía que mi ser, mis huesos, alma y todo se desplomaba...

Estaba en mi último año del primer ciclo (Sexto grado) Perdón, en serio espero que entiendan a lo que me refiero, en ese año tenía aproximadamente 13, miraba a esa amiga que siempre será la "popular" por los chicos, que es delgada, alta y con un gran carácter, siempre con chicos de los que hablar, de quienes querían tener una relación con ella, nunca tuve esa clase de envidia de querer a muchos chicos siguiéndome, quería experimentar que era el amor y tú dirás ¿Tan pequeña y querías tener novio? Pues si ¿qué más da? no hacía daño a nadie «Más que a mí» así que si... quería conocer el sentimiento de querer, que te quieran. Sin esperar a que sucediera en una de mis redes sociales apareció un chico, me mandaba la solicitud y sin dudarlo la acepte (Aclaro, no porque tuviese esperanza de que me hablase, más bien era por tener mi red social lleno de muchas personas y considerarme popular). «Ingenua»

Realmente por mi memoria de pez no se con esa exactitud como comenzamos a escribirnos y de pronto estábamos en la misma ola, o eso creí, en la que nos sentíamos atraídos mutuamente, su perfil estaba todo dedicado a mí, a esta chica tímida que a penas si le había contado a sus amigas sobre él, esta chica que apenas hasta el día de hoy se siente suficiente... recuerdo como tenía su foto de fondo y muchas palabras hermosas dedicadas a mí.  Completamente embobada en ese dulce chico. ¿Su nombre? Alexander, alto y de tez "blanca", delgado y DOS AÑOS mayor que esta chica, no era un adonis la verdad y es ahí cuando te das cuenta que es amor sincero, del que no te importa realmente el físico, que con solo estar con él o ella eras feliz, no necesitabas ni pedías nada mas. Para mí fue mi todo en algún momento a tan temprana edad, a pesar de eso, seguía siendo "algún tipo de relación extraña" hablábamos como novios pero no lo eramos.

 Se que muchos entenderán este punto, meses y meses pasaron y solo era simplemente un chat, no podíamos vernos porque su colegio y el mío estaban lejos, mis padres son realmente estrictos y a esa edad no podía salir sola, así que era complicado. Él se había atrevido a pedirlo un par de veces pero nunca le conteste ¿Por qué? ¿Por qué si querías experimentar el amor no dijiste que si? Era ingenua pero aún conservaba un poco de raciocinio y sabía que podía jugar conmigo, que seguramente él tuviese otra chica en su colegio, que no debía ilusionarme tanto. Lo gracioso es que paso exactamente lo contrario, a través de una pantalla lo quería demasiado.

Lo difícil de tener lo que no merecesWhere stories live. Discover now