—Próxima parada para ti, mi habitación.Katherine todavía estaba procesando aquellas palabras cuando su querida Daniela tomó el control de la situación.
—Vaya rubia, no se cómo lo hiciste pero debo admitir que te mueves rápido, bien hecho. —Comentó su amiga dejando una palmada alentadora en el hombro de una sonrojada Katherine.
Y mientras los demás reían no tan disimuladamente, Juan Pablo tuvo la decencia de parecer algo avergonzando ante el comentario de la castaña.
—Me refería a que en mi habitación puede revisarte nuestro doctor, ya que no tenemos una habitación específica para eso.
—Claro casanova, y yo soy una dulce hada de la luz. —Dijo Daniela con una sonrisa.
Katherine rió sin saber si era una risa nerviosa o su cuerpo solo estaba pidiendo a risas que Daniela cerrara la boca. Y tras ver un muy ligero sonrojo en el rostro de Villamil, decidió que era momento de intervenir.
—¿Me estás diciendo que no eres una dulce hada de la luz? — Añadió Katherine con un tono de indignación falsa.
—Dulce es ahi la palabra clave, mi querida amiga. —Dijo la castaña guiñando un ojo hacia la rubia.
—¿Siempre son tan elocuentes ustedes dos? —Añadió Martín divertido ante el parloteo de las chicas.
—No, mi creatividad fluye mejor cuando no tratan de asesinar a mi amiga. — Respondió Daniela con una nota muy ligera de ironía en su voz.
Martín por primera vez en todo el viaje pareció algo avergonzado por el incidente con Katherine; ella lo notó y añadió algo para aligerar la tensión.
—Pues nuestra señorita "otras ocasiones estoy más tranquila" casi es despedida por maldecir a uno de sus estudiantes —Todos prestaban atención a la rubia.— Solo porque el pobre chico besó sin permiso a una de sus compañeras y...
—¿Estás diciéndome que crees que eso fue correcto? —Dijo Daniela con la mano en el pecho de forma indignada y dramática, típico de su amiga darle la vuelta al asunto con humor, pensó Kath mientras continuaba con una sonrisa.
—Estaba declarándole su amor a la niña ¡y tenía solo 9 años! —Los demás soltaron un par de risas ante la conclusión de la pequeña historia, incluso Daniela terminó con una ligera sonrisa.
—Pues alguien tiene que enseñarles a esos chiquillos los buenos modales y yo soy..
—El hada de la luz. —Añadió Martin ya más relajado y divertido ante la situación, logrando que volvieran a brotar unas cuantas risas con su comentario.
—Su maestra, yo iba a decir que yo soy su maestra baterista entrometido. —Soltó Daniela con diversión. —Aunque entiendo que debido a mi belleza puedan confundirme con una hada. —Dijo guiñando el ojo hacia el Vargas menor, quien sonrió de vuelta a ella negando levemente con la cabeza.
El auto por fin se detuvo por completo y comenzó a haber movimiento por parte de los chicos de la banda, bajando equipaje y otras cosas que se encontraban con ellos en la furgoneta. Daniela bajó tomando a Katherine de la mano mientras le pasaba un pañuelo más para el ligero sangrado de su nariz, y juntas esperaron que fueran los miembros de la banda los primeros en acercarse al lugar que tenían enfrente, después de todo era su departamento a donde habían llegado.
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Nuestra Historia.- Juan Pablo Villamil
Fiksi Penggemar¿Han leído algunas vez una de esas novelas en donde todo parece ser magia, fantasía, y mucha buena suerte? Pues Katherine no, su vida abrumadoramente normal y su pasión por la medicina no le da el tiempo de leer esas cosas, mucho menos de creer en e...