Cicatrices de cristal

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En mis recuerdos más remotos veo tu indefinido rostro
Padre
En lo más profundo de mi memoria resuena tu voz
Padre
Tan solo era un recién nacido cuando nos abandonaste,
Jamas dedique un pensamiento a tu persona, una lágrima, puesto que él despreciable ser que vino a sustituir tu figura jamás dio una segunda oportunidad a esta pobre alma floreciente, gritaba tan fuerte que su voz parecía partirse, como mis huesos ante su bastón, como cristales.
¿Dónde estabas tú en ese momento?
¿Es que acaso dolido volviste?
Jamás te arrepentiste, y jamás lo vas a hacer, pues mientras ese ser me vio crecer, creyendo que me tenía dominado, ¿que podía hacer yo? Cuando descubrí que al ver que ya no podía conmigo se ensañaba con mi madre, ahora que he cobrado el alma de ese mal nacido. Y que la justicia llama a la vengánza "homicidio"
Por blandir el mismo bastón que él en su día, por romper; cristal a cristal cada hueso de su cuerpo, ahora que voy a morir
Padre, explícame:
¿Dónde estabas...?
La soga me aprieta, la gente me grita, pero sus gritos se pierden en mis oídos, pues en este, mi último momento te veo mirándome, pues en tu reino me reúno contigo
Padre
El verdugo acciona la palanca, cuelgo, me balanceo, me agarro el cuello inútilmente, ¿mi único pecado?
Haber nacido.
Y de pronto
OSCURIDAD....

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