BIRTHDAY |DRABBLE; ODAZAI|

PRESENT

- ¿Sabes cuál sería mi mejor regalo de cumpleaños, Osamu?

No contesté. La noche se mostraba de manera muy especial con la luz de luna bañando nuestros cuerpos a penas cubiertos por una sábana, de manera exacta solo silencio se podía escuchar en la habitación y prefería no arruinar esta hermosa tranquilidad con un mal comentario; en su lugar me limité a recostarme sobre tu pecho y oír el palpitar de tu corazón.

¿Qué podía desear un hombre como tú?

Tal vez, de manera tan simple como lo era él, su platillo favorito.

Tal vez el disfrutar de una tarde junto a los niños que tanto amaba.

O incluso escribir aquel epílogo que se había convertido en tu razón de vivir, de cambiar... Si, ese último pensamiento era lo más probable; después de todo ¿Qué sería mejor obsequio que el de al fin cumplir un sueño tan deseado?

En el fondo de mi oscuro corazón, con todo mi ser deseo el poder tener la esperanza de que algún día eso que anhelas dejará de ser un lejano sueño y será una satisfacción dentro de ti: la de haber alcanzado tu sueño. Hazlo, por favor, y demuéstrame que la confianza que coloco no el el mundo, solo el ti, puede sobrepasar los límites de mi obscura naturaleza. Pruébame que no todo es tan negro como parece con tu cálida luz.

Sin embargo solo me miras, casi adivinando mis pensamientos y yo gozo de este silencio que aún siendo simple, bordea una de la que siento, es de las mejores cosas que he vivido. Tu profundo azul me hipnotiza y me siento más desnudo, no solo en cuerpo mientras tu piel abraza mi piel, sino saboreo la sensación de que por más mentiras tras las que me esconda, de ti no puedo huir.

- Un futuro juntos- terminas de pronunciar y sin querer todo mi cuerpo, todo mis movimientos, todo el tiempo que nos rodea, se detiene.

La gravedad de tu voz me indica que pese a que nunca dejaste de trazar imaginarias líneas en mi espalda, no podías ser más serio.

Odasaku... ¿Cómo puedes fácilmente expresar cosas así? ¿No te percatas de cuán difícil es para mi el escucharte decir eso, lleno de impotencia al ver como cuando te intento comunicar lo que siento las palabras mueren en mi boca antes siquiera de tocar el viento o acariciar tu oído?

Odasaku... ¿Cómo puedes ser la única persona capaz de hacer latir a mi amargo corazón de manera tan frenética con tan pocas palabras? ¿Cómo puedes enamorarme cada vez un poco más sin ni siquiera intentarlo?

En lugar de contestarte acaricio suavemente tus labios, con la gracia y delicadeza de un amante que se ha perdido en el significado de "Indigno de ser Humano", pero cuyo corazón aun sigue prolongando una existencia que pese a que no deseo, ahora aprecio aun de una manera mínima, solo por permitirme estar contigo.

Las palabras se ahogan al no ser necesarias, van marchitas entre nuestros labios mientras intento demostrarte el extraño sentimiento que se ha instalado en mi después de conocerte y que ahora más que nunca me roba un suspiro:  felicidad, porque me has elegido de entre todas las cosas que puedes tener.

Sakunosuke... ¿Cómo es posible que alguien tan vacío como yo pueda amarte tanto?

Feliz cumpleaños. Y en verdad... gracias por existir.