10 de septiembre de 2015
A veces me resulta difícil creer lo fácil que estoy encajando en la Universidad, casi sin ningún esfuerzo. No solo es Daniela, ahora tenemos un grupo de personas con las que pasamos el rato Ana, Mariana, Esperanza. No solo durante las clases, también comemos juntas y salimos los viernes, a veces al cine, a veces de compras o simplemente a pasar el rato por la ciudad.
Después de pasar todo el último año desesperada, es un gran cambio. Puedo incluso decir que me siento feliz, como nunca antes me había sentido. También ayuda mucho que todo este calmado, tanto en la escuela como en casa, el ambiente es relajado. Todas las materias resultan ir bastante bien. El profesor de Redacción es un poco excéntrico, pero hasta ahora no ha resultado ser nada extremo, hasta puedo decir que me cae bien. Estar en tronco común también ayuda. Conocer a personas de otras carreras, con otros intereses abre panoramas. Aunque paso gran parte del tiempo con "las chicas", he tenido tiempo de platicar con mas gente. Dolores esta estudiando Administración y le gusta hacer cupcakes, así nos conocimos, ella estaba vendiendo, yo le compré... Poco tiempo después me estaba contando como empezó a cocinar y me pasaba recetas. Manuel es de Comunicación y es un gran fanático de los deportes, es muy tímido por lo que no habla mucho, aunque a veces trabajamos juntos en clase de Redacción.
Todo parece muy tranquilo y color de rosa, no sé qué tanto pueda cambiar en los próximos semestres. Espero no terminar perdiendo la cabeza.
Hay una historia en particular que quiero contar, pero no quería empezar con eso y después olvidar todo lo demás que quería escribir. Tampoco quería parecer precipitada al hablar sobre esto y después terminar arrepintiendome de todo... de todas formas, después de pensarlo bastante creo que vale la pena escribirlo, así que aqui vamos: Javier
Aunque hay cosas sobre el asunto que no me terminan de quedar claras, eso no implica que me desagrade. Es una de las mayores intrigas e incógnitas que he encontrado hasta ahora, llevo días dándole vueltas en la cabeza y quisiera poder aclararla lo más pronto posible, de preferencia antes de perder la cordura por ello y que todo se empiece a complicar.
Todo comenzó el 3er día de clases (aunque estuvimos a dos lugares, DOS, en el auditorio el primer día, hecho que no noté hasta que revisé las fotos de la página de la Universidad hace unos días). Durante el recorrido, en el que por supuesto estuvo mi madre, el último punto que visitamos fue la biblioteca. Eran las 6pm., yo estaba cansada de caminar una hora y las clases del día. Mi cerebro estaba cansado y mi cuerpo igual, estaba abrumada y asustada, sobre todo me había dado cuenta que no podía sonreír de manera genuina por mi estado de ánimo. Al menos así fue, hasta que lo vi. De la misma manera que recuerdo muchas cosas de otros lugares porque mi atención estaba dedicada a la explicación, de la biblioteca no recuerdo más que el nombre y la pequeña intervención de mi madre porque sólo pude pensar en él. Fueron 15 minutos, en el marco de los cuales lo vi, nos sonreímos (en este momento ya no estoy segura quien sonrió primero) y nos miramos repetidas veces. No lo consideré importante hasta dos días después, cuando los encuentros eran frecuentes debido a la cercanía de nuestros salones de clases (el también está en Biología, pero le asignaron un salón diferente) y las sonrisas, sonrojos y miradas extrañas no podían faltar. A pesar de ser frecuentes y extraños, nunca pasaban de las miradas (que podían llegar a ser muy insistentes e inexplicables) y así siguieron siendo, hasta esta semana, el día anterior a mi cumpleaños.
Mis dudas sobre él habían crecido gradualmente durante el tiempo que llevamos en clases, a tal grado que mis amigos de la secundaria y consejeros incondicionales Nadia, Mine y Uriel sabían mas o menos la historia por mi dudas raras que intentaba aclarar con su ayuda. Durante esas conversaciones, decidí hablarle en la primera oportunidad pero siendo como soy, siempre me negaba en el momento.
Después de clases, esperaba a mi madre para que me recogiera. Era temprano y faltaban dos horas para la hora y por lo tanto cogí el libro que estaba leyendo (Carrie) y me acerqué a mis bancas favoritas en el patio de la escuela. Durante varios minutos no me di cuenta de nada, hasta que mi teléfono vibró y levanté la mirada y lo ví sentado en unas mesas cercanas. Incapaz de hablarle pero renuente a dejar mi lugar, le sonreí y seguí leyendo. No faltaron 5 minutos para que él se acercara a preguntarme sobre el plan de estudios de la carrera, contesté y volví a mi libro. Las cosas hubieran quedado así si él no hubiera intentado entablar una conversación por medio de eso. Finalmente estuvimos platicado mas de 1 hr, de todo y de nada, hasta que mi madre nos interrumpió y tuve que irme. Durante el camino a casa, no pude hacer otra cosa mas que escuchar Enchanted de Taylor Swift.
No sé cuánto tiempo voy a estar encaprichada con él. No sé cuántas cosas pasaremos juntos, no sé hasta dónde llegaremos. Pero las cosas volvieron a empezar, en un nuevo escenario. Todo es nuevo, comencé una nueva vida, y con ello, nuevos sentimientos.
Andrea.
__________________________________________________________________________________
Segundo capitulo. Creo que este salió un poco mejor que el anterior. Espero que les guste.
Esta es la canción que menciono en el capítulo, tal vez escuchándola puedan meterse un poco mas en la historia.
HunterOfTheDark
YOU ARE READING
Querido diario
Teen FictionLa vida de Andrea siempre ha sido como una montaña rusa. Ha conocido la alegría, la pérdida, el éxito, el dolor, el amor y el desamor. Su única compañía siempre ha sido su diario. La Universidad parece la mejor manera de dejar todos los problemas a...