4. Confundida

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09 de octubre de 2015 14:35h

"No comprendo lo que has hecho conmigo para tenerme de esta forma. De alguna manera me impides usar como escape la pluma y el papel, que siempre me han sido tan fieles. Tengo mil y una ideas en la cabeza que quiero escribir, pero cuando tomo la pluma en mi mano todo se vuelve confuso, un huracán y en el centro, tú.

Y es por ello que he decidido alejarme de ti, antes de que el dolor me impacte. Me he vuelto alguien que no quería ser, una bestia celosa y que sueña contigo, pero ya no mas. Me has mostrado el camino con tu silencio y me diste justo lo necesario para olvidarme de toda esta confusión. Al fin me he decidido a ser libre y tu no me lo impedirás. No mas sonrisas ingenuas, corazones acelerados, todo este teatro se acabó"

09 de octubre de 2015 23:47h

Estaba en la escuela cuando escribí los párrafos de arriba. Las cosas se habían calmado las últimas semanas, hasta hoy. Javier había estado distante, pero me hablaba y a pesar de lo que había dicho, aún mantenía un poco de esperanza. Hasta hoy...

Saliendo de clase, esperaba a "las chicas" para ir a comer y me senté en una de las bancas del patio de la escuela, coincidentemente, la misma en la que estaba sentada cuando hablé con Javier la primera vez. Estaba enfocada en un juego en mi celular cuando escuché risas. Al voltear vi a Javier con una chica, pero no me importó mucho. Pasaron unos cinco minutos y Daniela me mandó un mensaje que las viera en la biblioteca, así que me paré para caminar hacia allí cuando los ví. Él estaba recostado en las piernas de ella, estaban riendo. Justo en eso, él se levanta para besarla. Fue demasiado para mí. Le contesté a Daniela que algo había surgido y que me tenía que ir a casa inmediatamente. Corrí y me encerré en un salón para llorar, y escribir.

¿Realmente esto me tenía que suceder a mí? ¿No hay una regla que después de un rompimiento toca una bella historia de amor? Ahora siento que todo el idilio color de rosa que había estado viviendo durante los primeros meses en la universidad se viene abajo.

Una vez escuché que una persona había vivido lo suficiente para una vida entera de escritura al momento de cumplir los 20 años, y dado lo que ha estado sucediendo durante estas últimas semanas, creo que he comenzado ha creerlo.

La idea de un libro no hace mas que rondar con mi cabeza, pienso en la primera frase, en los amores y desamores, en la tragedia y en la alegría, y aun en la desesperación, puedo sentir que las ideas para un libro nacen dentro de mi y se esfuman a la mañana siguiente, dejándome con la sensación de la pérdida de un buen libro.

A veces, pienso en el funeral de mi abuelo, y en una frase como "Nunca creí, después de tantos años de mi vida, poder dormir en un sillón, fuera de mi casa, en un cuarto frío y desconocido, pero esa noche el cansancio y la tristeza pudieron conmigo y mas tardé en sentarme en el sillón que en dormir, un sueño limpio que me permitió por lo menos olvidar"

Al llegar a casa, no pude ni comenzar a pensar en hacer la tarea, solo pude tomar mi libro favorito y comezar a leer. Como siempre, los libros han sido mi única escapatoria, cada página siempre brindándome un poco del consuelo que ningún ser humano me ha podido dar jamás. La sensación de que puedo ser como un personaje de esas novelas que tanto me gustan, una Hermione que lucha contra los prejuicios y vence al mal al mismo tiempo que consigue a su Ron, una Wanda que a la vez que lucha por salvar a un amor que no es de ella encuentra el suyo propio y aun con todos los problemas resuelve el entuerto para el bienestar de todos, una Elizabeth Bennet que se da cuenta que más allá del orgullo está el amor y se queda con Mr. Darcy, una Tessa Gray que aun habiendo perdido a sus amores más de una vez no pierde la esperanza y al final recibe la mayor de las recompensas, una Clary Fray que está dispuesta a luchar por lo que cree. Busco en estas heroínas la esperanza de un amor que me comprenderá, aceptará y ayudará al mismo tiempo que yo lo hago por él, y sin embargo, mientras más leo, mientras más paginas paso, más me doy cuenta de la fantasía, de la irrealidad de estas historias, pues todas ellas tienen un final feliz y en la vida real, al menos para mí, no existe algo como tal.

Sobrepasada como nunca por mis sentimientos, deseando poder besar a aquel a quien quiero y tratando de no sucumbir a la tentación de llenar por despecho el espacio que él debiera ocupar. Perdida, sin posibilidad de ser encontrada, pero ¿quiero acaso ser encontrada? ¿quiero de verdad ser salvada por un príncipe azul o un caballero en brillante armadura? Con el paso de los años me he dado cuenta que al parecer hago más bien que mal a aquellos a quienes más amo, y sospecho que mi lugar en el mundo es estar sola, ver la vida pasar, sentir esta terrible soledad, que pasará a ser mi mejor compañera.

Una vida de amores no correspondidos, de sueños no cumplidos, de ilusiones destrozadas, de corazones rotos y egos heridos, esa es la historia que me precede y , temo, la historia que falta, siguiendo siempre el mismo patrón, siempre el mismo karma y donde mi único consuelo, los libros, se están volviendo ahora en contra mía, mostrándome una vida a la que no puedo aspirar, sumiéndome aún más en la más profunda desesperación

¿Es acaso terminar con mi vida la solución? ¿Encontraré Hogwarts, Narnia, Idris o el Campamento Mestizo más allá? No lo sé, pero cada vez me siento más atraida a averiguarlo que a quedarme en este mundo y seguir con esta vida que no puedo llamar tal, seguir con este sufrimiento que drena mi energía y no me deja más que ganas de llorar, dormir y de escribir. Confusión, si debo resumir todo el sentimiento en una palabra, esa es confusión.

Andrea.

Querido diarioWhere stories live. Discover now