Stephen lanzo el libro al suelo, Wong suspiro de nuevo...Stephen otra vez había regresado de mal humor de su visita con Tony Stark.
- Deberías dejar de ir con Stark - con pesadez levantó el libro - estos libros son muy antiguos y no aguantarán tus golpes.
- No es gracioso Wong - gruñó pasándose las manos por el pelo - ese idiota está de n-
- El Capitán America sólo sigue sentimientos - lo interrumpió, verificando que el libro estuviera bien - a diferencia de ti, que eres más idiota.
- Se supone que somos amigos Wong - el nombrado alzó una ceja - bueno...compañeros.
- Stephen se que no debo meterme, pero deberías decirle lo que sientes a Stark.
No obtuvo respuestas, Wong negó, dando media vuelta saliendo del recinto.
- Lo sé... - murmuró en soledad - pero no soy su futuro...
Stephen Strange se había enamorado mucho antes que tuviera la oportunidad de acercarse a él...la Guerra Infinita y que fuera el Hechicero Supremo fueron su vía para estar cerca de Tony Stark. Pensar que
- Estúpido Rogers... - apretó los puños sobre la mesa - no lo mereces...
Y no sólo el lo pensaba, varios después de descubrir cómo lo dejó en Siberia abandonado y moribundo se lo dejaron bien en claro, Steve Rogers no merecía la compasión de ser la víctima, ambos compartían culpa-
- ¿Qué- - se levantó de la silla rápidamente - ¿Magia...?
Una ola de magia y una presencia fuerte entrando a su dimensión tan rápido, Stephen tomó rápido su capa, abriendo un portal hacía la presencia desconocida, llegando a un museo...¿Quién se atrevía a causar problemas?, debía ser una persona totalmente estúpida.
- No soy una persona estúpida - escucho a lo lejos, divertida - y no pienso causar problemas...por ahora.
- Eso lo dire yo...muéstrate.
- Detrás de ti.
Rápido volteó...era una chica de ondulado cabello negro, piel de porcelana, cara delgada y afilada, ojos verdosos azulados...era igual a el, pero esa sonrisa y brillo, le recordaba-
- A Tony Stark - interrumpió sus pensamientos - y si, leo mentes Padre, es un don.
- ¿Padre? - agrandó los ojos sorprendido - ¿Tuyo?
- Sí mío - dijo burlona, se divertía mucho en ese momento - bueno...mío y de Papá, aún que mas de Papá.
- ¿Papá? - bien...le estaba a punto de dar un colapso nervioso - no...imposible...
Una ligera sonrisa y suavizando su mirada, Stephen le quedó claro a quién más se parecía, pero era imposible...no podía...
- Puedes - habló con dulzura - soy tu hija y de Tony Stark, soy su hija...créelo, vine a que mirarás la verdad Padre...es tu futuro, soy su futuro.
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