Stephen podía estar seguro que esa chica que decía ser su hija y de Tony era un gran problema...era parecida en eso a su amor imposible. No llevaba ni un día en su santuario y se apropió del lugar, los libros estaban dispersos por todo el lugar, las reliquias desaparecían por días para luego a parecer sucias y por último pero menos importante, quería hablar y estar cerca de Tony...había logrado detenerla incontables veces.
– Quiero un café con donas – dijo aún lado de él, Antoinette Strange-Stark, se había presentado ella misma después de una hora de problemas para Stephen, que decidió ignorarla para continuar con su lectura – ¡Padre quiero-!
– Sólo hazlo aparecer Ann – gruño – tienes magia.
– Papá dice que es mejor preparada – hizo un puchero que le recordó a Tony – además no querías que usara mi magia.
– Eres demasiado quisquillosa...igual que él – suspiró mirándola – hay una cafetería cerca de aquí – dejo el libro sobre su regazo e hizo aparecer su billetera en su mano – toma, no hagas nada raro...te estaré vigilando.
– Sí, sí Padre – le sonrió alisando su vestido y con un moviendo de muñeca un sombrero negro apareció en su cabeza – deberías aprovechar este momento e ir hablar con Papá...Steve Rogers te llevará ventaja.
Sólo recibió silencio por parte de Stephen que había vuelto a su lectura, Ann suspiró abriendo un portal que la llevaría a la cafetería...no quería que sus Padres sufrieran por no poder estar juntos, ambos compartían los mismos sentimientos tan intensos y pasionales por el otro, pero-
– "Son tan testarudos, sobre todo Padre al no querer perder el único lazo que tiene con Papá – pensó entrando a la cafetería – y Papá...no quiere que mi Padre lo odie..."
Se sentó en la barra en una extraña posición, hincada en la silla giratoria con sus tenis negros rozando su largo vestido beige, en eso se parecía también a su Papá, su estilo de la moda era excéntrico combinando lo elegante con lo casual, mirando fantásticos.
– Desearía saber que hacer... – murmuró después de ordenar con la mesera un café y donas con chispas de arcoíris y de chocolate – ¿Por qué es tan difícil?
Estaba tan distraída pensando en diferentes formas que sus Padres finalmente fueran sinceros con ellos y pudieran estar juntos al fin...que no notó los dos hombres qué entraron sentándose casi aun lado de la entrada y siendo atendidos casi de inmediato, Steve Rogers t Tony Stark tenían una amena plática, bueno, más Steve que trababa de volver a reparar su lazo y su complicada relación, Tony le sonreía contestando educadamente y si le aburría se distraía mirando por la ventana, esperando que llegaran sus donas y café.
Ambos, Antoinette y Tony no repararon en su presencia, ambos finalmente estaban en un mismo lugar y tan cerca, tan concentrados en sus asuntos ignorándose...pero el destino era claro, Stephen y Tony iban a estar juntos y la prueba era Ann...Papá e hija se conocerían ahora que Ann no forzaba las cosas y sin sus intenciones, gracias a una misma orden.
– ¡Café con donas de chocolate y chispa!
– ¡Aquí/aquí!
Ambos hablaron al mismo tiempo volteando a ver a la mesera que lleva en una bandeja sus donas favoritas y un dulce café...se miraron a los ojos, azul-verdoso y café chocaron sorprendidos, admirándose, reconociéndose con lentitud...conociéndose...
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