Nightmares •{Zhong Chenle}•

Cap. 2 Oscuridad

ㅡDespierta...ㅡescuchó él a lo lejos. Intentó divisar algo pero todo a su alrededor se encontraba en completa oscuridad. Se puso de pie decidido a buscar una salida pero chocó con algo mucho más grande que él, acto que, lo hizo caer al suelo. Trató de, al menos, construir la forma de su obstáculo, pero fue en vano ya que la oscuridad era tan inmensa que prohibía cualquier tipo de visualización.
Él estaba muy asustado de tocar el objeto y se sentía mareado como para caminar en otra dirección. Hablar era una idea que se iba al tacho de la basura sin siquiera pensarla; su voz se había esfumado desde el primer momento en que se vio envuelto en aquella extraña situación. Decidió girar en otra dirección y caminar pero, no alcanzó a dar ni el tercer paso cuando ya había chocado con otro obstáculo. Giró a su derecha y chocó, a su izquierda, y chocó. Acabado decidió sentarse y pensar en una solución. Encontró como opción tantear entre el principio de cada obstáculo y medir la distancia entre cada uno para poder pasar. Al tocar el primer comienzo sintió la forma de un pie humano pero éste tenía un textura extraña. Se sentía frío, duro y, en partes, de metal.

ㅡ¿P-Pero qué?ㅡ fueron sus primeras palabras. Luego de su pregunta sintió un estruendo y vio como poco a poco la sala se iba iluminando. Al quedar completamente iluminada pudo observar mejor la sala. En un principio parecía ser una sala de un hospital; blanca y pulcra. En la actualidad, la sala tenía manchas de humedad, sangre y quien más sabe que otros tipos de líquidos fueron tirados allí. Al salir de su trance se encontró con sus "obstáculos". Un gigante robot de aspecto humano anatómicamente imposible; sus piernas y brazos eran del tamaño del cuello de una jirafa, su tronco era delgado y largo y su cabeza parecía bolsa de sangre chupada. El otro era un pequeño muñeco de ventrílocuo con trajecito y corbata roja. El tercero era un monstruoso perro que tenia la mitad de la carne de su rostro podrida y caída. Y el último, la pequeña chica que lo había atormentado días atrás. Sus ojos se abrieron lo más que su anatomía le permitía. Su corazón estaba acelerado y respiraba pesadamente.

ㅡHola Chenleㅡ dijeron los cuatro bajando la cabeza simultáneamente. El pobre joven comenzó a hiperventilar de lo asustado que se encontraba. Los cuatro individuos lo miraban fijamente desde arriba. Sus cuencas estaban vacías pero emitían algo de malicia.

ㅡ¿Te parece que juguemos a un juego? Tú corres y nosotros te perseguimos.ㅡ la chica le ofreció una de sus sonrisas diabólicas y seguidamente hubo otro estruendo, dando paso, a la extinción de la iluminación en aquella horrible sala. Al parecer, las cuencas de los ojos de aquellos individuos no estaban totalmente vacías ya que, al estar en completa oscuridad, cuatros pares de ojos los observaban sedientos de cacería.

ㅡ¡Corre!ㅡ dijo la chica. El hizo caso y corrió lo más rápido que podía. Estar en completa oscuridad no le permitía observar hacia donde iba o si tenía algo en frente pero, su audición le informaba un poco acerca de los sucesos que ocurrían cerca de él. Escuchaba las pisadas metálicas del robot, la risa del pequeño muñeco, los ladridos y jadeos del perro y, a veces, risitas provenientes de la chica. Chocó con algo y automáticamente entró en pánico. Se levantó lo más rápido que pudo pero volvió a chocar con algo. Sabía que esa era una muy mala señal. Lo último que sintió fue sangre recorrer su cuerpo y a su delgada anatomía cayendo al suelo. Eso significaba una cosa, lo atraparon. Vio la imagen dolorosa del momento de su muerte. Él tirado en el suelo con una mancha de sangre debajo de él y su rostro machacado. Le provocó un disgusto gigante pero, pensó que al morir el podría despertar de su pesadilla. Error. Volvió a aparecer unos segundos antes de que la luz se apagara, entre medio de sus acechadores. Al principio no comprendió que pasaba por lo que lo atraparon otra vez. Y a la tercera comprendió que debía repetir el proceso y correr. Se dejó llevar tanto en su corrida que olvidó el ruido. No escuchaba a sus asesinos por lo cual no escuchó las pequeñas risitas del muñeco que provenían de delante de él. Lo atraparon 7 veces más y se dió cuenta del factor sonido. A la décimo primer vuelta salió corriendo pero silenciosamente. Se enfocó en los ruidos emitidos por sus atacantes para evadirlos. De alguna manera, se dió cuenta de que el muñeco y la chica podían moverse en cualquier dirección cosa que los otros dos no podían hacer. El patrón era el siguiente: las risas del muñeco y de la chica se escuchaban al momento de estar delante de él. Los ladridos del perro eran cuando estaba detrás de él y los jadeos eran cuando iba cansado y muy por detrás. Y con el robot, sólo debía escuchar la fuerza con las que se oían las pisadas. Esas pistas le facilitaron el juego demasiado. En un momento dado, vio una luz al final de la sala. Corrió y corrió hasta cruzar el umbral y finalmente, despertó.

ㅡUfff...ㅡ soltó un suspiro gigante y se aferró a su mascota. No estaba tan asustado, prefería decir, que estaba lleno de adrenalina. Miró su reloj y vio la hora, 1:27 de la madrugada. Antes de recostarse prendió la lámpara que se encontraba al lado de su cama y se cubrió con la sábana y su mantita. Puede que sí haya quedado con un poco de miedo.

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안녕하세요!

Hola. ¿Cómo están?

Primero debo disculparme por la tardanza y segundo debo disculparme por cualquier tipo de error ortográfico. Escribir desde el móvil caga.

Ahora sí volviendo a la actualización.

Yo creo que me quedó bien... Pero veré, cuando tenga tiempo, de cambiarle cualquier error o cosa que no me guste.

Creo que no tengo nada más que decir. Nos vemos la próxima.

¡Bye Bye!