-joder, joder, joder....
Otro día más que mi cerebro ha decidido hacer caso omiso al despertador de mi móvil. Si, soy un absoluto desastre y mi vida en general un verdadero kaos...
Son las nueve y media de la mañana lo que supone que no llego hasta tercera hora. Me quedo sentada en el borde de la cama como si el tiempo fuese a pararse en ese mismo instante, pero no, mientras los segundos pasan me quedo pensando en que la peli de ayer no era tan buena como para haberme quedado hasta las tres de la mañana en el sofá.
Por fin reacciono y como no tengo tiempo ni de pensar qué narices ponerme, cojo los pantalones que me puse ayer que los tenía encima del montón de la silla del tocador, la primera camiseta que pillo en el armario y me planto las deportivas negras que tenía tiradas por el suelo.
Voy al baño y como tampoco me da tiempo a maquillarme me planto un moño despeinado, de esos que a todas las chicas les queda genial, así como muy "casual", pero que a mí me queda como el culo... Salgo pitando de casa rezando por llevar en la mochila todo lo que necesito para ese día.
Cuando estoy sentada en el autobús me empiezan a sonar las tripas y me doy cuenta de que no he desayunado, puff, aguantar a Eduardo dos horas seguidas sin mi café mañanero va ser el infierno escenificado...
-¿Estás bien¿-me pregunta la señora que tengo sentada al lado al ver mi cara de circunstancia.
-Emm... Si... muchas gracias-
-Yo también he tenido un mal día, cuando...-
Mientras la señora me hablaba de nose que leches le había pasado en el supermercado yo maldecía para mis adentros. No es que no me guste escuchar, de hecho estoy estudiando psicología, simplemente hasta que no me tomo mi café odio que me hablen, odio que... Odio todo lo que pasa a mi alrededor.
Por fin llego a mi destino, me despido de la señora con toda la amabilidad que puedo llegar a transmitir y me bajo pitando.
Cuando entro en clase, me siento en mi sitio de siempre, entre Alma y Oriol. Son mis compañeros de universidad, llevamos juntos desde primer curso y desde entonces somos inseparables. Alma es guapísima, tiene unos ojos azules capaces de hipnotizar a cualquier persona que los mire, una sonrisa perfecta y creo que es la única persona que conozco que a pesar de ser bastante blanca de piel en verano es capaz de ponerse morenísima sin ponerse antes como un cangrejo. En su piel se insinúan varias pecas que acentúan su "sex apeal". Vamos que es todo un pivonazo. Oriol también es muy atractivo, tiene el pelo moreno, unos ojos del color de la miel y una boca que deja babeando a todas las nenas a las que les obsequia con una sonrisa. Su casi metro noventa de estatura está formado por un musculoso cuerpo, sin llegar a ser muy exagerado, vamos otro pivonazo.
-¿otra visitilla de Morfeo¿
La frase por excelencia de Alma, me hace sacar a relucir la primera sonrisa del día. Y Oriol, muy lejos de quedarse callado ya ha soltado la primera burrada, al menos desde los dos minutos que llevo sentada.
-Qué Morfeo ni qué chorradas fijo que algún ligue la ha mantenido en vela toda la noche.
-Joder Oriol¡ ¿te has desayunado un payaso esta mañana¿
-Uiuiui.... Creo que la que no ha desayunado su cafécito has sido tú....
Tras el comentario de Oriol, entra Eduardo, nuestro profesor de psicología de la adolescencia y la juventud. Y la mañana transcurre muy lentamente.
Cuando llego a casa, con un hambre que casi me desmayo, siento en mi interior un vacío casi insoportable cuando el gran amor de mi vida no viene a recibirme.
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Kaos
RomanceSalgo de casa y noto un frío que me congela los huesos. Miro al cielo, es de noche, pero la oscuridad es diferente a otros días. Todo esta oscuro, muy oscuro. Camino por la acera empedrada de mi calle normalmente bastante transitada a estas horas pe...