Hoseok.
—Ah, Hobi, hoy la pasé muy bien —sonríe por, no sé, milésima vez en el día y aprieta el agarre de nuestras manos.
—Me alegra oír eso. Ese es el objetivo de todos mis días —levanto las mismas para así darle un beso a sus nudillos. Entonces detiene nuestro caminar y toma y entrelaza aquellas manos que estaban libres.
—Me gustas mucho, Hobi —se pone en puntas de pie para besarme, pero me inclino para que deje que hacerlo.
Y así el resto del camino, con risas y chistes, silencios no incómodos e intermcambios de miradas.
Llevo casi nueve meses con ella y... puedo decir que es el amor de mi vida. Fuimos creados para estar juntos. Nunca conocí a nadie como ella, alguien que puede cargar sobre sus hombros algo que ni yo me creo capaz. Pero todos sabemos que una persona no puedo subsistir sola. Y aquí es donde agradezco a su mejor amiga, Sunhee, quien está con ella cuando yo no puedo. ¿Por qué? Mi madre es una muy buena razón.—¿Hobi? ¿Cariño, estás bien? Ya hemos llegado a mi casa —alguien chasquea sus dedos dentro de mi campo de visión.
—Ah, si... Lo siento, es que estaba pensando adónde llevarte en nuestro noveno mes. Debe ser especial —sonrío y poso mis manos alrededor de su cintura.
—Hobi... Sábes que a mí me basta con un "feliz aniversario" que salga de tus labios —acaricia los nombrados y mis mejillas.
—Lo sé, lo sé, pero, al cumplir los nueve meses, sólo faltarían tres para un año. Amor, llevamos casi un año y nunca me sentí mejor con nadie —pego nuestras frentes y rozo nariz con nariz.
—Ah, sé que no vas a cambiar de opinión por más que te lo implore, pero no quiero grandes gastos. Sé que tú estás al alcance de casi todo pero... ¿y eso dónde me deja a mí? —ríe muy bajo y falsamente. Entonces comprendo de lo que me está hablando.
Ella y Sun Hee vivían en un orfanato y, al cumplir la mayoría de edad, tuvieron que dejarlo. Ahora ambas están en un departamento angosto y lo alquilan con la mayor parte del sueldo de mi pequeña. Acaricio su mejilla, húmeda por las lágrimas que comenzó a soltar y luego beso el puente de su nariz.
—Yo lo único que necesito es que me des amor —le dejo otro beso. —Así podré seguir viviendo...
Unimos nuestros labios pero el beso sabe salado, ella continúa llorando.
—Ya no llores, no quiero verte más triste —acaricio sus mejillas y ella sonríe y asiente.
Después de otro beso largo, limpia su rostro, entra en su casa y yo me voy a la mía. Estoy llegando tarde.
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Este es tu deber ➸ j.hs
Fanfiction↻ "Es de suma importancia mantener el nombre de la familia Jung en pie". ➥ Lenguaje algo pasado de tono. ➥ Contenido explícito (+18). ➥ Advertencia de la existencia de chico guapo: no me hago responsable de requerimiento de alguien co...