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SeokRin sabía desde el primer momento que YoonGi llegó a sus vidas que el pequeño minino iba a ser alguien importante, al principio no supo la magnitud de todo pero con el paso del tiempo no hubo ninguna duda, YoonGi había llegado para quedarse...por siempre.

El primer día ella no pudo resistirse a los ojos llorosos de su hijo y los cansados ojitos del cachorrito de gatito, fue así como ella y su esposo dieron paso a una historia que se había desarrollado ya por bastantes años. SeokRin era feliz, ella solo había dado a luz a un hijo y sin embargo ahora tenía dos pequeños niños corriendo y haciendo travesuras por el jardín, uno de sus pasatiempos había sido sentarse con la vista a la ventana del patio y verlos correr en el pasto mientras se tiraban el uno al otro en su persecución, eran adorables totalmente, se cuidaban el uno al otro y NamJoon solía inflar su pecho orgulloso por ser el mayor.

Ella estaba feliz con sus dos niños y de su esposo ni hablar, el hombre era un padre amoroso que cuidaba de dos chiquillos. Las diferencias entre ellos y su cachorro adoptivo no les importaban, ellos adoraban a su niño tal y como era con sus pequeñas orejitas y su larga colita, adoraban a YoonGi el chiquillo tierno y al adorable gatito blanco que se paseaba de un lado a otro escabulléndose.

Verlos crecer fue difícil para ambos padres, tuvieron que ver el paso de sus chicos de niños a adolescentes, un momento corrían embarrados de barro y al siguiente eran bastante mayores para quedarse solitos e incluso parecían no necesitar de ellos. SeokRin supo también desde el principio que YoonGi estaba destinado a NamJoon, la mirada protectora de su hijo iba más allá que él amor fraternal, era como una corriente eléctrica que flotaba y echaba chispas cuando ambos estaban juntos. NamJoon nunca le había confesado sus sentimientos y hasta hace unos años ella estaba segura que su pequeño moreno ni si quiera era consciente de sus propios sentimientos. YoonGi era un cachorro aun, su primer celo todavía no había llegado y el aun jugaba como un chiquillo cuando NamJoon iba al colegio, alrededor del moreno, el pequeño minino se comportaba con una madurez impropia de él, claramente se moría por ir a correr por el pasto pero en cambio se paseaba en su forma felina por las piernas del chico que estudiaba hasta el cansancio.

SeokRin sabía solo con verlos que YoonGi amaba a NamJoon. El felino lo idolatraba como a nadie, era precioso y curioso ver la forma en que el chico parecía adorar todas y cada una de las acciones del moreno, era encantador ver la su pequeña carita inundada en celos cuando una chica se le acercaba a su guapo hijo, el minino se aferraba al brazo del mayor y su colita se deslizaba delicada por sobre la pierna del chico dejando un claro mensaje... "No te acerques, es mío". A pesar de lo que pudieran pensar, ella estaba totalmente de acuerdo con lo que pensaba sería una hermosa relación cuando ambos tuvieran la edad suficiente, sabía con certeza que Nam Joon no haría un solo movimiento hasta que el chico estuviese listo, al menos son haría nada arriesgado. Se sentía tranquila de saber que pasara lo que pasara se tendrían el uno al otro apoyándose y sosteniéndose con amor.

Mirando la noche por la ventana sonrió mostrando esos muy ligeros hoyuelos que se formaban en sus mejillas mientras su esposo enredaba sus fuertes brazos en su cintura.- ¿Qué ves, cariño?-. Le preguntó con esa voz suave que ella tanto amaba.- Míralos, son demasiado adorables, cuando se vayan de casa los voy a extrañar-. Ella susurró observando al par de chicos recostados en el patio sobre una manta y mirando al cielo estrellado, sus pequeñas manos estaban entrelazadas tanto como sus almas lo estaban.- Siempre supimos que ellos estaban destinados a ser, incluso desde el momento en que YoonGi llegó siempre me sentí tranquilo de que fuesen a estar juntos-. La nota de felicidad no pasó desapercibida para la mujer y sonrió tranquila.- Son tan adorables, Nam le quiere demasiado-. Aferró sus manos a las del hombre en su cintura.- Ambos se quieren con locura, basta con ver las miradas fugaces que se dan en cualquier momento-. Ella asintió satisfecha de ver como ambos se iban a cuidar por siempre, observó a su hijo inclinarse y depositar un suave beso en la coronilla del otro y dejar sus manos unidas descansar sobre su abdomen sin antes posar los labios en el dorso del menor.-Vayamos a dormir, cariño-. Le dijo con su habitual sonrisa y jaló de ella hasta la habitación.

NamJoon besó el dorso de la mano pálida que se entrelazaba a la suya, la delicada brisa acariciaba sus rostros y las estrellas brillaban intensas reflejadas en las pupilas de su gatito.- Te quiero de aquí a la estrellas, gatito-. El mayor dejó un beso sobre la mejilla del otro y la yema de su índice delineo cada suave contorno del rostro de YoonGi viajando por la línea de su mandíbula, trazando lo labios del gados del menor y acariciando cada contorno de sus rasgos.- Te quiero de aquí a la luna, NamJoon-. YoonGi se levantó con sus codos y se inclinó hasta dejar un suave beso de mariposa en la comisura de mayor...y solo eso basto para dejar un desenfrenado corazón en el pecho de Kim NamJoon. 

I Found You [NamGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora