For you;; Pupetangle

Uno

La albina caminaba por un pasillo furiosa mientras apretujaba una hoja de papel.
Su paso se detuvo en un salón de clases y sin dudarlo azotó la puerta ocasionando un estruendo y susto por la persona que se encontraba dentro del salón de clases.

---¡Qué es esto!---exclamó enojada, pareciera que se lanzaría sobre el profesor en cualquier momento.

---Es el guión de la obra, señorita.---Contestó sereno el mayor.

Meg, a paso rápido, se acercó al hombre con una mirada retante.
Apreto la quijada.

---¿Y por qué demonios... ---cerró su único ojo sano e hizo una mueca, alzó la mirada y volvió arrugar la hoja.--- ¡soy un maldito arbol!?

El maestro, sin hacer caso omiso a la adolescente, se fue del salón dejando a una Meg casi a punto de estallar en ira.

---¿Qué?

---Lo que escuchaste.

La joven se encontraba sorprendida, desde hace una hora era ella quien pedía el protagonismo y ahora llegaba el maestro de teatro diciendo que tenía el papel protagonico.

---¿Acepta o no?

Meg parpadeo dos veces saliendo de su trance.

---¿Enserio?---preguntó pérdida ante la situación.

---¿Quiere o no?---preguntó fastidiado el mayor.

---Si, ¡si!

Y salió más feliz que nunca del salón, dando saltitos de felicidad en el corredor, mientras que una albina de pelo corto y estatura alta, se encontraba observandola con una sonrisa junto a una rubia de ojos zafiro.

---Grasias Chica.---Agradeció la tomboy.

---Oh, no hay problema.---Dijo sin molestia en aquello.---Bueno, será para el proximo año.

Y sin más se fue dejando a la más alta con la mirada fija en la albina de ojos dorados, quien saltaba de felicidad mientras cantaba.