Blindfolded • Jackniel

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Parece ser que ha habido confusiones en quien di e que o quien hace que en este capitulo, lo he he arreglado, espero que os sea mas facil ahora xd

Sus ojos están enrojecidos y llenos de lágrimas, sin darme tiempo a decir nada, se cuelga de mi cuello, abrazándome y rompiendo en llanto.

Le correspondo el abrazo inmediatamente, noto como sus lágrimas deslizan por mi cuello pero me importa una mierda. Lo abrazo con más fuerza, buscando su total tranquilidad.

Escucho sus desgarradores sollozos, algunos ahogados y me rompen el alma.

Froto su espalda, haciéndole saber que estoy aquí para él.

-Y-yo-o lo siento...-sollozó aún sin separarse del escondite de mi cuello.

-¿Qué sientes, Dani? Cuéntamelo.

-Mis sentimientos.-hipó.

-¿Qué?-dije extrañado.

-Yo...Me gustas...-dijo y al momento dejé de frotarle la espalda, estático.

No me moví, no me aparté, nada. Simplemente abrí los ojos como platos tras su confesión.

Daniel

Todo pasó muy rápido, mis latidos eran frenéticos, tanto que pensé que el corazón me iba a explotar.

Noté que sus brazos se apartaron de mi, dejándome congelado, y no solo por el viento.

Se alejó unos paso, mirándome como si fuese un fantasma.

Pude ver como sus ojos se llenaban de lágrimas a cada paso que yo me acercaba a él. Me acerqué tanto que su respiración se mezclaba junto con la mía. Lo miré a los ojos, mi labio inferior atrapado entre mis dientes, evitando temblar.

Alcé una mano lentamente hacia su mejilla. Cuando la yema de mis dedos tocaron su suave piel de porcelana, una lágrima cayó de su ojo tras haberlo cerrado.

Intenté juntar mi frente con la de él, pero me apartó de forma brusca. Lo miré a los ojos, extrañado, pero los seguía teniendo cerrados.

Un sollozo escapó de sus finos labios. Las palmas de sus manos se apoyaban en mi pecho, asegurándose de que no me acercara a él nuevamente.

Quité sus manos con delicadeza, acaricié sus brazos con las palmas de las mías hasta llegar a las suyas y juntar nuestras manos, entrelazándolas y llevándolas lentamente hacia mis labios, besándolas, demostrándole mi amor. Esta vez si pude juntar mi frente con la suya.

Cerré mis ojos, concentrándome en nuestro momento. Nuestras narices se rozaban con timidez, causándome una pequeña pero sincera sonrisa.

De repente, una de sus manos se desentrelaza de la mía. Abro los ojos pero los cierro otra vez al ver que su puño se acerca a mi rostro con velocidad, golpeando mi pómulo izquierdo.

El golpe hace que gire mi rostro bruscamente hacia la derecha.

Su otra mano sigue entrelazada con la mía, no la suelto, apesar de todo, la sigo sosteniendo, aferrándome a ella, como pequeña esperanza.

Vuelvo mi mirada hacia la suya, encontrándome con el rojo en sus ojos.

Se aleja un poco, alzando nuestras manos, nuestro único punto de unión ahora mismo.

La súplica se podía leer en mis ojos.

Sus dedos se deslizaron de los míos lentamente.

Se mordió lentamente el labio y se dio la vuelta, haciendo sus rulos bailar.