Capítulo 2: La corte del emperador

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Mientras que Optimus había tomado una decisión sobre lo que haría, vayamos a ver lo que sucedía en el palacio del Emperador:

Sin duda alguna, la Dinastía de Alpha Trion se observaba la riqueza y elegancia, desde las columnas labradas con fragmentos de oro cuyo diseño asimilaban entre flamas y dragones, contaba con muchos sirvientes como a su vez muchos nobles.

De entre ellos, destacaban tres, al parecer fungían como especie de consejeros, sus armaduras eran elegantes y brillantes: El primero portataba su armadura en color rojo y blanco, era el médico real de la corte, su nombre era Ratchet. El segundo de ellos su armadura era oscura como la noche, en sus ópticos reflejaban el deber de un militar, era conocido como Ironhide y el tercer consejero era conocido por todos, se dedicaba a proclamar las órdenes de la familia imperial, su armadura era verde; se llamaba Bulkhead.

Estos tres mech se lamentaban mucho sobre las muertes que habían transcurrido, cada uno hablaba en voz baja.

"Nuestro reino cada día va perdiendo su brillo, es respetable la decisión de la princesa, a veces me pregunto ¿por qué cada cierto tiempo, tenemos que ver morir a valientes guerreros?" Habló Ratchet. Ironhide prosiguió: "Es verdad que el dolor de la princesa es insoportable, pero siento que el Emperador Trion debe someter a su hija, no debe consentir sus caprichos, Bulkhead, habla, ¿Qué piensas tú?". El mencionado respondió: "Aunque el Emperador tenga autoridad, la princesa Arcee eligió su destino, y es por ello, que la dinastía permanece. El riesgo ha sido mayor, y cada uno de los que han querido ganarse el amor de la princesa, han ido sucumbiendo. Nosotros no somos culpables, ellos han aceptado el desafío".

Súbitamente, se escucha la voz del heraldo real, anunciando la llegada del Emperador Alpha Trion. Las prendas que le adornaban eran negras y doradas, en su cabeza se observaba una especie de Mitra en color dorada, su aspecto era de un gran sabio, sus ópticos indicaban tener una mirada compasiva.

"Diez mil años de vida sean concedidas a ti Hijo del Cielo; Diez mil años de vida a nuestro Emperador Alpha Trion".

Todos dirigían la alabanza de rodillas y con respeto hacia el gran mech.

El edificio de la corte era muy impresionante, había divisiones; la parte alta era para que la nobleza alta como los sirvientes estuviera presentes ante el gobernante, y la parte inferior correspondía para que parte de las clases bajas presenciara la toma de decisiones. Y al parecer, el emperador deseaba dirigirse al pueblo.

"Todos hemos visto cómo han perdido la vida aquellos que han pretendido a mi hija, es una situación lamentable, ha sido una carga muy grande ver morir a distinguidos guerreros. La princesa ha pedido que nadie más arriesgue su vida por ella... pero al parecer, cada reino intenta tentar a la suerte. Once guerreros han estado ante ustedes, Once guerreros han sucumbido. Mi chispa no puede soportar tanto dolor. ¿Cuánto diera porque el cetro del cielo pudiera devolvernos la paz? ¿Cuánto diera por ver la unidad de nuestros pueblos? Pero ésta idea solo queda en una fantasía, ya que, con quien compartía esta visión, no está con nosotros, su estirpe se ha extinguido".

El pueblo lloraba por las palabras de su gobernante, ya que amaba a su emperador, y a pesar, que la princesa, por su metodología, era cuestionada, también esperaba que "la hija del cielo" volviera tener la alegría.

El sonido de un gong rompe la nostalgia, la voz del heraldo se escucha: "Oh Glorioso emperador, ha venido un extranjero, está dispuesto a someterse a las pruebas de la princesa Arceendot".

Los presentes murmuraban quién podría ser, ya que habían pasado dos días de la ejecución y según el historial, los imperios extranjeros al igual que de los reinos de Cybertron habían fallado en su intento.

El semblante de Alpha Trion, denotaba preocupación, ya que no deseaba más martirio. Pero, siendo justo y honorable pidió al heraldo que hiciera pasar al extranjero. Los sirvientes del emperador escoltaban a un mech quien portaba una armadura en color negro, su mirada reflejaba confianza, entre murmullos se escuchaba decir que era apuesto, sin embargo tenían sus dudas. Aquel extraño se postra ante el Emperador.

"Poderoso Alpha Trion, vengo ante usted para solicitar audiencia ante su hija. Soy forastero en estas tierras, pero mi legado es de seres honorables, deseo con toda mi chispa, compartir mi existencia con la princesa".

Los ópticos del monarca observaban al recién llegado, y al parecer observaba que su armadura era de un guerrero, ya que por respeto hacia su persona, no utilizaba su máscara.

"¿Puede éste extranjero lograr lo que nadie ha conseguido? ¿Quién sabe si sólo es un oportunista? Si los príncipes más eruditos no han podido lograr la hazaña, ¿Qué le hace pensar a éste sujeto que podrá hacerlo?" Comentaban en voz baja Ratchet, Ironhide y Bulkhead.

Con un ademán, el emperador pide que guarden silencio, la mirada del monarca se vuelve compasiva ante el mecha.

"Oh valiente guerrero, eres muy joven y te arriesgas demasiado, ¿por qué quieres tentar a la muerte? Ten compasión de mí, los que te han antecedido han venido igual y todos ellos han muerto, mi reino tiene vergüenza, no quiero que tu chispa se extinga".

"Perdóneme que insista emperador, pero no temo a lo que venga, solo sé que la princesa puede devolverme la vida, moriría por tener un beso de ella." Insistía el forastero.

"Por favor guerrero, no insistas". Replicó el Emperador. "Sométeme a prueba" Decía el forastero.

Alpha Trion, al ver que no podría persuadir al extranjero, manda a llamar a sus consejeros.

"El Emperador Alpha Trion acepta tu petición extranjero, es tu deber responder a los tres enigmas que va a plantearte la princesa, si fallas, morirás; pero si logras responder correctamente, El Emperador da su palabra de entregarte a la Princesa Arceendot". Mencionó Bulkhead.

El extraño hubiera deseado utilizar su máscara para poder esconder sus emociones, Alpha Trion intuye ese sentimiento y le concede utilizar su máscara.

Mientras que el pueblo observaba, dos figuras no perdían la vista del extranjero: Eran Bumblebee y el Padre. Al parecer Optimus había cumplido su palabra de luchar por el amor de la princesa.

"Que nuestros ancestros te acompañen hijo mío", Decía en voz baja el viejo mecha.

"Bulkhead, llamen a la princesa Arceendot" pidió Alpha Trion.

Un silencio se hizo presente: En la corte entraban cuatro mechs que llevaban un palio de color blanco, la tela llegaba hasta el suelo, en su interior había alguien quien caminaba hasta la corte, todos hacen reverencia. Posteriormente, los sirvientes quitan el palio y se revela que una femme ataviada con un traje imperial blanco aparece, como toda una princesa, sus ojos mostraban una dignidad regia, el diseño de su traje (en la parte de la espalda) daba la impresión que tuviera tres juegos de espadas, lo cual, indicaba que la femme no había sido "profanada", permaneciendo pura.

Optimus miraba a la femme y ella con su velo cubría su rostro, sin embargo, había algo que la inquietaba, ya que la mirada del forastero era diferente, cosa que no había percibido en sus otros pretendientes.

Arceendot: Entre la muerte y la gloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora