No me dejes solo💫/ Nevra y tú [TERMINADA Y CORRIGIENDO]

Solo tú

Capítulo XXVII: Solo tú

Tenía que alejarme de su abrazo y decirle que se olvidara de mí. Pero no podía, y lo que estoy haciendo es muy egoista

El tiene muchas admiradoras y puede estar con cualquiera mejor que yo

Tengo que decirle que olvide todo lo nuestro, que yo estoy muerta, que busque a una que le pueda hacer realmente feliz. Que le de todo lo que merece

Pero no puedo, le sigo queriendo y diciéndole eso me haría daño a mi misma

Pero me daño más sabiendo que él esta allí atado a alguien que ya ha dejado de vivir

Finalmente me alejé y le miré lo más seria que pude

—Princesa...Se que es un sueño, pero no pierdo nada por intentarlo...Por el alma de Atenea, porfavor dime donde estás, te rescatare y por fin podremos ser felices...—

Negué muy despacio

—Yo... Nevra...— dije bajando la mirada

No puedo llorar ahora, no delante de él. Además solo tengo una maldita oportunidad para decirle que hemos terminado

Krates me dejó muy claro que solo puedo entrar en los sueños una vez y en las pesadillas las veces que quisiera

Y no lo veo nada justo

Inhale una fuerte bocanada de aire y miré hacia arriba para luego clavar mi mirada en sus hermosos ojos

—¿Que pasa..? Te noto... Distante...— dijo acercándose a mi con una mueca de confusión

—No te acerques ni un paso más — dije

Cerré un momento los ojos y volví a inhalar para seguir hablando

—Nevra esto se ha terminado— susurré bajando la mirada

—Princesa, mirame— susurró en mi oido

¿¡Como es que ahora estaba tan cerca?! ¡Le dije que no se acercara más!

No podía mirarle, porque me derrumbaría y sabría que no quería dejarle...

¡¿Por qué es tan complicado?!

Negué

—Porfavor mirame a los ojos y repite eso si te arrepientes de lo nuestro— susurró amablemente

¿No se da cuenta? Todo esto lo hago porque me parece injusto tener a un chico como él y hacerle sufrir tanto, no quiero hacerle más daño

Seguro que el tiempo que he estado secuestrada/desaparecida lo ha pasado muy mal, ¿y la carta? La estúpida carta que escribí con un mensaje oculto. Seguro que eso también le dolió

Dios mío, ¿como puedo ser tan mala?

Las lagrimas habían empezados a caer por mis mejillas, sin poder controlarlas

A la mierda

—¿¡C-como quieres que me arrepienta d-de lo n-nuestro?! ¿¡Como?! ¡Nevra ya te he hecho sufrir demasiado con todo lo que te estoy haciendo pasar!¿¡Piensas que no me duele a mi también?! ¡Joder no lo ves!— grité llorando