Quizás ya nada es lo mismo, quizás yo no soy el mismo.
Es difícil seguir siendo tú, en especial si pierdes todo lo que te hace ser una persona. Mi familia, mis amigos, todo lo importante para una persona puede dejar de existir en un segundo. Quizás debí perecer con todos ellos, en ese infierno ardiente, en esas llamas que, a pesar de causar dolor, son capaces de quitarte toda una vida de dolor, miseria y penas. Ese fatídico día me quitó todo lo que me mantenía vivo. Quizás estoy adoptando una postura demasiado pesimista, debe ser por esta maldita enfermedad que me causó todo este accidente. Depresión.
Ahora aquí estoy, mirando las estrellas, en lo mas alto de mi edificio. Se ven tan lindas. Sin controlar mi propio cuerpo, me levanto del piso y me dirijo al borde del edificio. Quizás, solo quizás, si levanto mis manos, podría llegar a atrapar una.
-¿Qué haces?
Una voz me sacó de mis pensamientos. Sobresaltado, giré sobre mis pies para descubrir de quien era esa voz que logró sacudir mi mente por unos segundos. Era una chica, a decir verdad, no la conocía, sólo la había visto un par de veces en la recepción.
-Sólo intentaba atrapar una estrella entre mis manos.
Una leve sonrisa nació en sus labios.
-Sabes que eso es imposible ¿no?
- Si, lo sé… Es sólo que…
-¿Sólo que cosa?
-Sólo obsérvalas ¿no son la creación mas bella de Dios? Ellas son valientes, ellas son brillantes. Quizás nosotros no lo podamos observar, pero ellas emiten una luz muy potente, y aun que estén a millones de años luz de nosotros, ellas brillan para acompañarnos en las noches mas oscuras. Pensé que si pudiera atrapar una, quizás toda la oscuridad se iría...
-Tú no querías atrapar una, tú querías saltar…
-Ahora que lo dices…- giré nuevamente, dándole la espalda- no sería una mala opción. ¿Sabes que dicen de las estrellas mas brillantes?
-No lo sé.
-Se dice que estas son personas queridas que están en el cielo, acompañándote y observándote… quizás, si salto ahora, podría estar allá arriba con ellos…
-Pero, si saltas… habrá una estrella menos acá.
Esas simples palabras, lograron crearme un nudo en la garganta, una sensación indescriptible. Una lagrima cayó por mi mejilla.
-Es lo mas lindo que me han dicho en este ultimo tiempo- sonreí mientras mas lagrimas caían y caían.
-Quizás será mejor que vengas acá, podrías caer- sonrió y me tendió su mano.
Me alejé de la orilla, sólo para tomar su mano. En un ágil movimiento, tiró de mí y terminé entre sus brazos. Fue un abrazo tan sincero, que toda mi tristeza se desvaneció en un instante.
Sin darme cuenta, la estrella que busqué por mucho, ahora me tenía entre sus brazos.
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Historias de desconocidos para desconocidos
LosoweEn esta especie de "libro", estará un recopilatorio de la mayoría de historias que he escrito o escribiré en un futuro, tocando varios temas, esperando causar reflexión o incluso, que llegues a sentirte identificado con alguna de estas.