Lucy, PoV. Capítulo II

21 1 0
                                    

- ¿Lucy? ¿Lucy?

Vuelvo a la realidad. He estado teniendo una batalla en mi mente por todo este rato, y creo que he Milo me ha estado llamando también.
- ¿Si? ¿Q-qué pasó? - Respondo exaltada.
- ¿Estás bien? Te noto un tanto distraída.
- ¿Yo? No. ¿Por qué lo dices? Claro que no. Sólo, yo estaba, pensando. Pensando en que si hubiera llegado un poco mas tarde por ti no hubiéramos alcanzado a llegar hasta acá. - Respondo nerviosa. Muy nerviosa. Idiota. Odio ponerme así, espero que Milo no se haya percatado de ello.
- Bueno, no hubiéramos llegado si te hubieras tardado mas arreglándote. Eres un poco lenta para eso. - El ríe.
- Si lo se, soy un desastre. - Río de vuelta.

Después de haberme escapado de este momento incómodo procuro volver mi vista la arena. Distrayéndome a mi mísma de no voltear a ver a la chica misteriosa. Todo iba bien hasta que pasó lo que no quería que pasara.

- ¿Lucy? - Milo capta mi atención.
- ¿Ajá? - Volteo mi mirada hacia él.
- Es que la amiga de ella pregunta que donde puede haber un lugar para conseguir una botella de agua. - Señala con su cabeza a la joven a un lado de el.
- Hola, hola. Lo siento, mi amiga puede ser un poco inoportuna. Le dije que tomara algo antes de venir pero parece que siempre termina haciendo lo que quiere. - Sonríe la amable chica. Noto como sus párpados se cierran gentilmente y su expresión es una que inspira confianza. - Soy Jisoo, por cierto.
- Oh, descuida. No hay problema - Respondo con una sonrisa de mi parte. Su nombre me parece un poco peculiar, pero eso no se interpone entre mi cortesía hacia ella.
- A veces no solemos escuchar a los amigos pero siempre terminan teniendo la razón. Soy Lucy, un gusto en conocerte.
- El gusto es mío, imagino que también eres otra admiradora de esta banda ¿Verdad? - Pregunta curiosamente.
-Por supuesto. Mucho más que eso de hecho - Río nuevamente - Los conozco hace muchos años atrás, son como mi familia, aunque no los conozca en persona.
- Compartimos el mismo sentimiento. Es increíble, ¿No? Como alguien que no conoces puede significar tanto.
- Lo sé, es completamente loco. Pero dime ¿Quién es tu amiga que necesita algo de hidratación? - Jisoo se ríe de mi chiste malo. En serio, ¿Cómo alguien se puede reír de las estupideces que digo?
Solo esperaba que no señalara a la chica de cabello corto. Por favor, por favor.
- Es ella. - Apunta con su dedo justo a quien no debió haber señalado. Mierda. Mierda. Mierda. - ¡Lisa! Ven aquí. - Lisa. Ese era su nombre. La chica misteriosa de nombre revelado se acercaba cada vez más hacia nosotros, moviendo esas caderas que sabían hacer bien su trabajo. Joder, ¿Cómo puedes verte tan preciosa sin siquiera intentarlo?
- Hola, ¿alguno de ustedes sabe dónde comprar una botella de agua?
- Sip. - Asiente Jisoo. - Te presento a Lucy. Lucy, ella es Lisa. - Me levanto en modo de gentileza y ligeramente beso su mejilla en forma de saludo, y ella, hace lo mismo. Sentí ese pequeño momento como un universo en el que estaba sometida, como un hoyo negro en el que me sumergía poco a poco conforme sus labios rozaban mi mejilla, que con suerte no haya notado, se había ruborizado. La sangre inundaba mis pómulos y sentía como lentamente un escalofrío recorría mi columna vertebral, en un suave desliz que deseaba no tuviera fin. - Ella te puede ayudar a conseguir tu bendita agua. Lucy, ¿Serías tan amable de llevarla a conseguir lo que quiere y así dejarme de fastidiar? - Jisoo rió y Lisa solo rodó los ojos soltando una ligera sonrisa.
- Claro, no hay problema. ¿Me acompañas, Lisa?
- Después de ti. - Dijo sonriéndome ligeramente. Es como si supiera como me estoy sintiendo justo ahora y lo hace a propósito para llevarme de a poco a mi letal sufrimiento.
Esto no puede estar pasando. ¿En serio me siento atraída por una mujer? Esto es imposible. Jamás en la vida habia sentido algo así con una persona de mi mismo sexo. Jamás. Nunca. Lo peor de todo es que esta pasando aquí, justo antes del concierto de la banda de la que he sido fanática con muchos años de anterioridad. En cierto modo lo encuentro romántico, atractivo, pero a la vez peligroso y dañino. No quiero sentirme de esta manera, el pensamiento de estar con una mujer me mata mis neuronas. No quiero intentarlo y tampoco quiero descubrirlo. ¡LUCY POR DIOS!, la acabas de conocer.  Vaya, chica, tienes que relajarte. ¿De verdad? ¿Y ya estoy pensando en una relación? Debo estar realmente mal. También debería dejar de hablar conmigo misma, pero solo así guardo lo que no puedo contar ni a mis mejores amigos;  Alessa, Milo y Hayes. Los amo demasiado, pero hay cosas que ellos no necesitan saber. Como esto, por ejemplo.

Lisa y yo salimos de la fila con cuidado de no golpear a nadie mientras lo hacíamos, bajamos las escaleras hasta llegar a los puestos de comida que había al entrar. Después de movernos entre una grupo muy grande de personas, llegamos a un puesto que decia "Crystal", que daba entender que vendían agua purificada.
Le señalé a mi acompañante y le indiqué que se aproximara a comprar su botella.
Yo esperaba por un lado revisando mi teléfono, tratando de ocultar el momento incómodo por el cual estaba pasando.

Pase de aplicación a aplicación, ninguna era lo suficiente como para distraerme al cien por ciento. Escuché unos pasos detrás de mí para posteriormente sentir un pequeño impacto que provocara el tirar mi celular. Lisa se había tropezado.
- ¡Ay Dios mío, perdoname por favor! No fue mi intención, en serio en serio lo siento, yo... - La interrumpí.
- ¡Tranquila! Está bien. No pasa nada, solo se cayó mi celular. No te preocupes. - Me agaché para poder recoger el móvil.
- Déjame ayudarte. - Dijo poniéndose en la misma posición que yo, enfrente de mí. Cuando puse mi mano sobre mi celular, la mano de Lisa se situó encima de la mía. Sentí como una vibración se extendía desde mis dedos, pasando por mi antebrazo, hasta llegar a mi nuca. Definitivamente jamás había experimentado algo igual. Me sentía...viva.
Lisa sonrió suavemente. La cual fue correspondida por mí, con una sonrisa. Nuestras miradas se mantuvieron fijas entre sí como si no hubiese frontera alguna. Como si no hubiera nadie alrededor, como si solamente estuviéramos nosotras dos solas en el mundo.
Nos mantuvimos así por unos segundos hasta que los gritos se hicieron presentes por todo el lugar. El espectáculo estaba a punto de comenzar, y mi momento perfecto fue interrumpido, o como lo diría correctamente, fui salvada por la campana.

Lisa y yo nos levantamos rápidamente y nos propusimos a correr por todo el pasillo hasta llegar al centro de la arena. Después de visualizar nuestra fila, nuestro camino se cortó cuando ella se sentó en su lugar y yo proseguí a sentarme al mío.

La musica era alta. Era como un sueño del que no quería despertar. Mis ojos estaban realmente presenciando la banda por la que años he admirado con desesperación y orgullo. La gente bailaba y saltaba al ritmo de la música, cantando las notas que nos unían a todos nosotros en un solo lugar.
Mi cuerpo se volvió electrificante, olvidándome de todos alrededor. De las personas, de Milo, de Lisa.
Sentía el ritmo entrar y salir de mi anatomía, volviéndome en un frenesí que me rehusaba a dejar.
Hasta que me topé con la figura de Lisa. Estaba ahí, parada, admirando el gran show del cual estábamos siendo testigos. Dirigí mi vista directo a su rostro y todo lo que podía ver era lo único bueno en este jodido mundo. Era perfecta, era como sí en serio esta joven chica no existiera, como si hubiera salido de mis sueños mas profundos que creí que no tenia...o que no había descubierto.

Su mirada se volvió a la mía y nuestros ojos se conectaron como una alineación planetaria, podía ver las estrellas en sus ojos, y como una curva hermosa curva se formaba en la comisura de sus labios, sonriéndome, como si me estuviera tratando de decir que éste era justo el momento perfecto en el que debíamos estar. ¿Acaso ella se sentía de la misma manera que yo?
Me abrió paso entre las personas que se movian a la par de la música, dirigiéndome hacia la chica que acababa de conocer, cruzando nuestros caminos y mirándonos definidamente. La presión de la presencia de las personas nos obligó a acercarnos más, sintiendo nuestros cuerpos rozándose con lentitud, con delicadeza y salvaje a la vez. El éxtasis por el cual acababa de salir estaba volviendo, pero esta vez, éste tenia nombre. Y era Lisa. Su presencia hacía  que me olvidara del momento en el que estábamos, y me prendía de una manera que los Dioses podrían catalogar como prohibida. Su brazo tocó lentamente mi hombro, deslizándose hacia abajo, poco a poco hasta tocar mi mano. Nos acercábamos la una a la otra con propósito de despertar algo que estaba a punto de descubrir...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 30, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Whisper (BLACKPINK) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora