Había sido obvia. Muy obvia. Riley simplemente la había rechazado. Mierda. Debía olvidarse de ella. Pero quería besarla. Si no la quería, ¿que se había significado ese beso que lo dio aquella noche? ¿Estaba viendo si le gustaban las chicas? ¿Solo eso? No parecía algo que Riley haría. ¿Y si se arriesgaba? ¿Y si la besaba? ¿Y si le decía que la amaba? Podían pasar dos cosas terribles, que la rechazara o, la peor, que respondiera que la amaba también.