Capítulo tres: Golpeteo musical
Sentía la pasión correr ferviente por mis venas, podía inhalar una excitante brisa que se colaba por mis fosas nasales y llegaba a tocar mi corazón, todo cuando daba mi clase, la enseñanza me apasiona, la historia de civilizaciones antiguas lo hace aun más, pero nada se compara a las curiosas caras de aquellos jóvenes portadores de nuestro mañana. Los estudiantes me apasionan.
En segundos todo concluye, mi jornada laboral termina y yo camino de forma amena a mi departamento, veo el verdor del pasto llamarme al pasar cerca de aquel parque, por lo cual me decidí por hacer una pequeña escala para disfrutar del olor de aquel majestuoso jardín que se encontraba en el centro del lugar, otra vez llovió y al igual que la vez pasada no llevó un paraguas, suspiro y camino rápidamente a la salida de mi ubicación para reemprender el camino de vuelta a mi hogar o eso pretendo hasta que veo la cándida sonrisa de un muchacho de paraguas rojo acercarse.
—Mutō, un gusto.
Sonrió y extiendo mi mano, después de todo, el amable chico me ha salvado dos veces de la lluvia.
—Sennen, el gusto es mío.
Creo ver sus ojos brillar, primero un color purpúreo muy claro como humo que se desliza entre sus ojos, se vuelve un violeta difuso para proceder a un fucsia, aquel rojo purpúreo termina por volverse un aro que rodea sus irises y me obligo a darme una bofetada mental, debo estar soñando.
«Aquella reacción es como en aquella historia...»
Sólo es una leyenda, el chico sólo un desconocido y yo alguien con quien chocó de imprevisto, no tiene porque significar nada.
—¿Caminamos juntos?
No comprendo tus deseos de caminar junto a mí una segunda vez, pero siento que sería descortés declinar, así que asiento y camino en silencio.
—¿No eres de muchas palabras, verdad?
—Solo me gusta el golpetear de las gotas.
—¿Por qué?
—Hay tantos sonidos distintos que pintan su propio concierto, la lluvia es una melodía que pocos aprecian.
«Soy de pocas palabras fuera de las clases pequeño desconocido»
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Painful drops
Historia Corta痛い滴 | Nada se compara a las dolorosas gotas de mi sufrimiento y al dulce sabor de tu recuerdo, no puedo, simplemente olvidarte, porque no puedo odiarla, pero tampoco amarla. La lluvia es una molestia. ©2017, CANCELADA. Colaboración con @MICHELLJANG