Alcoba. {KiriKami Fanfic}

I

A sus 20 años, Red Riot era un héroe de élite, de los mejores 5 en todo Japón, era muy querido por el público gracias a su agradable forma de ser y de tratar a sus fans.
Pero si había algo que molestase a el chico, era el exceso de paparazzis que no respetaban su vida privada, siempre publicando donde iba diariamente, que compraba, con quienes se relacionaba, y una larga lista de cosas.
Lo que más le molesto, fue cuando llegaron al punto de publicar el lugar donde vivía, aún cuando él les había pedido amablemente que dejasen de hacer cosas como esas.
E incluso, estuvo a punto de considerar la idea de Katsuki al mandarlos a la completa mierda, tal como había hecho el con su  vida privada.

Sabiendo perfectamente que el no podría hacer eso, y molesto por la situación, decidió cambiar de apartamento, yendo a un lugar lo suficientemente lejano para evitar las molestias.
Y ahí mismo se encontraba nuestro querido Kirishima Eijirou, acomodando su cuarto de una forma más decente, y curioseando por el lugar.

No tenía energías como para sacar todas sus cosas, por lo que solo saco su futon, y se dedico a limpiar el lugar, que realmente no le duro tanto, pues el lugar no era tan grande.

Se asomó hacia la gran ventana, y esbozó una gran sonrisa.
—¡Increíble, incluso tiene balcón!.—Exclamó, aproximándose hacia este.
El no saber de estas cosas era gracias a que Katsuki junto a Izuku se habían dado la tarea de buscarle ellos mismos el lugar.

Sonriente, se paseó por el pequeño espacio del balcón abriendo grandemente los ojos, observando todo.
Estaba agradecido por las pequeñas macetas con flores en la ventana de su balcón, que incluso, venían acompañados con una manguera chica.
Un inesperado pero atrayente olor a vainilla llegaba desde el apartamento de a lado, que irónicamente también tenía su ventana abierta.
Aspiro el olor a vainilla, disfrutándolo.

—¿Será que tengo vecino, o vecina?.—se preguntó mentalmente, al ver una silueta paseándose de un lado a otro.—Tendré que ir a presentarme.

Tan tranquilo estaba, que su sorpresa fue grande, al ver un pequeño rayo de luz incendiar las cortinas que tapaban el interior de el departamento.
—¡¿Que mierda...!?, ¡De nuevo las incendié, mierda, mierda, mierda!.—Oyó maldecir a alguien dentro del lugar. Por lo que rápidamente tomó la manguera que se encontraba a un lado suyo, y mojó las cortinas, apagando el pequeño fuego que amenazaba en extenderse.

—¡Que rápido, wow, gra...!.
El vecino había salido a agradecer, pero se quedó en medio agradecimiento al ver a quien se dirigía.
Ambos quedaron en una especie de "shock", sin reaccionar, simplemente viéndose uno al otro.

Después de un tiempo casi eterno (para ellos, claro) el primero en reaccionar fue el joven rubio, quien dio un paso hacia atrás, cerró las cortinas, y no salió más.

Kirishima sentía que definitivamente, no tuvo que mudarse ahí.
Y que, de la forma que sea, tendría que evitar verse con su ex.