Creí que eran otros de mis ataques, normalmente habría pensado que fue un transtorno de ansiedad, pero esta vez no tenia explicación alguna.
Son cosas a las que empiezo a acostumbrarme ya que mi vida no tiene la mínima explicación, pero dejemos un poco la drama y volvamos al presente.
Después de volver del hospital, hable con mi mama sobre como me fue en el colegio y toda la cosa, se sorprendió bastante al escuchar que había dado a conocer mi pensamiento frente a personas que no conocía por lo que saco su lado maternal felicitandome.
Yo no le veo nada para felicitar porque termine en un hospital y eso ya es un final que no me enorgullece...pero ella esta feliz y no voy a sacarle algo como eso.
En conclusión, el espectáculo que ocurrió en el salón no fue nada grave y si, me refiero a eso como un "espectáculo" porque según mis compañeros es un acto para llamar la atención.
Todavía estábamos en el recreo, en el que como siempre me dedico a leer algún libro que elegí de la biblioteca, en este caso estaba leyendo "Lotería" de Sidney Sheldon. Volviendo en dirección hacia mi salón, noté un tumulto de gente que se acumulaba alrededor de una mesa de la cafetería.
Me dí cuenta de que Jack estaba hablándole a un chico pero al parecer este no entendía un carajo porque estaba frunciendo el ceño. También note que Jack trataba de hacer señas, o mímica pero no entendía por qué todos se reían pero fue cuando me di cuenta... el chico al que le estaban "hablando" era sordo, y claramente no entendía que estaban burlándolo, por lo que es cuando decido intervenir.
- ¿ Qué mierda te pasa?- no se imaginan lo que me molestan estas cosas, es algo que me pone en modo asesina.
- ¿Tú? ¿No tendrías que estar hospitalizada o... en un loquero?- qué estupidez- ¿No te basto con el show del otro día?
- ¿No podes respirar sin molestar a alguien, verdad?- pregunto desafiante y siempre con la frente en alto, no iba a dejar que me pasen por arriba así de sencillo.
-¿ Tan malo me crees bonita? Cuando me conozcas bien vas a poder opinar- suelta con un aire de egocentrismo.
- mm, no hay mucho por conocer en un cerebro tan pequeño. Capitán del equipo de baloncesto y uno de los chicos más mujeriegos y respetados del lugar, te gusta ganarte a las chicas con tu falso encanto, dejarlas tiradas y creerte el "Bad boy" frente a todos pero por dentro eres inseguro y débil, sabes jugar sucio pero te advierto que mi camiseta también esta muy sucia y puede estarlo más- finalizé mi argumento giñándole un ojo y llevándome al chico que estaban molestando fuera del área de comidas, dejando a todos con la boquita bien cerradita.
El chico sacó una libreta y se puso a escribir, a lo que después me entregó una nota donde decía " Gracias por eso, no sabía lo que estaban haciéndome".
- No hay problema, ¿Cual es tu nombre?- con una mínima sonrisa le pregunté en lenguaje de señas, algo sabía, tenía que entretenerme en casa cuando estaba aburrida.
- Lucas, ¿y tú?- me respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
- Marie - dije un tanto confusa porque creo que no hice las señas correctas. Lo comprobé cuando hacia muchas muecas en un intento de risa contundente, al mismo tiempo que escribía otra nota.
" Dijiste mierda en vez de tu nombre, a no ser que ese sea tu nombre". Me dieron ganas de reírme por lo que había dicho pero no podía permitírmelo.
"Mi nombre es Marie o Mar, lo que más te guste" respondí en la misma nota para no volver a decir cualquier cosa.
"Un gusto Mar, me tengo que ir pero seguro mañana nos vemos, tenemos el taller de asistencia social juntos" y sin más que una sonrisa, se despidió y se fue.
Ahora que lo recuerdo, el era el que miraba con esa chispa de curiosidad, no se como no me di cuenta que muchas veces la profesora hacia unos gestos que se me hacían conocidos. El chico tenía unos preciosos ojos color almendra y una de las sonrisas más lindas que había poder visto durante mi vida.
♡¤♡¤♡
Ya volviendo hacia casa de la mano de Selena Gomez y Marshmellow cantando " Wolves ", estacioné en una biblioteca para preguntar sobre algún libro disponible en canje o algo por el estilo.
-Disculpé, ¿hay de casualidad alguna sección para libros en canje?-pregunté a la señora de no más de 60 años.
- Si muñeca, la número 3 - contestó con una voz dulce.
- Muchísimas gracias- sin más, giré sobre mis talones y me fui hacia tal sección. No me decidía si dejar "Robinson Crusoe" o "Corazón", pero primero quería verificar que halla un buen libro.Tenía en mente que sea "Cumbres Borrascosas" que hace mucho quería leer.
Concentrada buscando no me dí cuenta que me había chocado con una chica, que al parecer estaba en mi misma situación.
- Perdón, no te había visto- contestó al instante.
- No hay problema, yo tampoco te habia visto- respondo y mi vista cae al libro que tiene en su mano y creo que las dos terminamos deseando con los ojos que cada una lleva en sus manos.
- ¿Ibas a canjear ese libro?- pregunta algo tímida.
- Si, ¿tu también?- pregunto de la misma manera.
- Cumbres borroscosas es uno de mis libros favoritos pero tengo que dejarlo ir- comenta haciendo el gesto de la lágrima falsa.
- ¿Te gustaría que hagamos un canje?- propuse y a los segundos se le iluminaron los ojos.
- Claro que si, es decir, claro que me encantaría...
- Mar, podes decirme Mar- le digo segura.
- Bueno, yo soy Lena, es un gusto- dijo entregándome el preciado libro.
- El gusto es mío- dije entregándole mi libro.
- Espero poder verte en otro momento- giró sobre sus talones con una sonrisa mientras se despedía, por lo que hice lo mismo.Salí del lugar, saludando a la señora.
Busco mi bicicleta y me voy feliz con mi nuevo libro en mano.
♡¤♡¤♡
Helloo
Es cortito pero espero que les guste.
Quiero agradecer muchísimo a EditorialPhoenix por su excelente trabajo, la verdad es que su crítica me ayudó demasiado para ver errores que no me había dado cuenta, así que si necesitan publicidad, covers o críticas, ellos son geniales con su trabajo, así que sin más me despido, saludoss💛.
-lailala🌟
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No sonrías tanto
General FictionEl 99% de las personas nacen llorando, pero hay una persona que nació riendo... Marie y su cuerpo disfrutaban de la ultima risa y gota de felicidad que les quedaba para el resto de su vida. No se sabía de su enfermedad, pero su cuerpo, de alguna ma...