Feliz cumpleaños Otabek... Otayuri Yuri on Ice FINALIZADO

Happy BDay Beka!!

"Feliz cumpleaños, Otabek..."

Aquella mañana que amaneció cálida y con un cielo azul, tan despejado y etéreo, Otabek solo pudo perderse en el tiempo y pensar en que, ese día cumplía 19 años.

Atrás habían quedado esos años donde era un niño que apenas sabía patinar, y ahora, era el poseedor del cuarto lugar del Grand Prix Final.

Él, quien había hechos amigos muy cercanos como J.J. y Leo, y, sobre todo, había alcanzado a aquél joven con los ojos de soldado, los cuales su mente jamás pudo olvidar... Él, a quien precisamente anhelaba ver ese día, a pesar de que, sabía sería imposible.

Suspirando hondo, el kazajo dejó su balcón y se dispuso a comenzar un día normal. Un día como cualquier otro a excepción de que era su cumpleaños.

Una ducha con agua caliente, desayuno. Ir a entrenar, hacer ejercicio y luego, practicar. Un descanso por el mediodía para admirar el jardín alrededor de la pista, y, regresar a entrenar. Realmente no parecía haber cambios ni tendría por qué haberlos.

—Estoy cumpliendo 19 años, ya me siento viejo. Sobre todo, si me comparo con él... Ay, ¿Por qué siempre tengo que ponerlo en todos mis pensamientos? —se decía, en voz alta, mientras se ataba los patines para volver a la pista. Aunque eso era ya una común, sus pensamientos de "él" con todo lo de su cumpleaños le pesaban más...

Por la tarde, el joven moreno recogía sus cosas. Su teléfono sonó y al responder, eran sus amigos en América los que estaban en la línea.

—¡Feliz cumpleaños! —exclamaron por la videollamada J.J. y Leo. Traían en sus cabezas gorritos de cumpleaños y comían un pastel mini.
—Gracias chicos.
—Nunca atinamos a la hora de Kazajistán, pero aquí estamos —dijo J.J.
—Nunca se nos olvidaría tu cumpleaños, somos tus amigos —agregó Leo.
—Se los agradezco. Disfruten mi pastel —contestó Otabek, sonriendo y tras cantarle las mañanitas ambos jóvenes, se despidieron y él colgó.

Eso había levantado a Otabek, aunque no lo suficiente. "Nunca se nos olvidaría, somos tus amigos" recordó de palabras de Leo, plasmando en su mente al rubio de repente.

—Yuri...

Otabek se fue a duchar, y saliendo, tomó su casco para salir a dar un paseo. El ocaso comenzaba a caer, y sus planes eran andar por ahí para no pensar demasiado en su patético cumpleaños. Cuando llegó a su moto, vio una nota pegada en el asiento, algo que le sorprendió.

—¿Qué es? —se preguntó y tomándola, leyó lo único que esta contenía.
"Te espero en la pista".

Extrañado, el moreno dejó su casco y fue al recinto que, con un domo de cristal, dejaba asomar los tonos arcoíris del atardecer. Al llegar ahí, no vio a nadie. Debía ser una broma, como colmo, por su cumpleaños. Molesto, dio media vuelta cuando, el inicio de una suave melodía comenzó a sonar en el lugar, y, de la nada, una figura al hielo llegó danzando.

Entre los colores del crepúsculo vespertino y del hielo la luz reflejando, Otabek pudo ver, ataviado con un traje negro completo, sencillo y liso, pararse en medio de la pista, a Yuri.

—Yuri... —susurró el kazajo, deteniéndose al borde de la pista, donde miró al chico acomodarse y comenzar a danzar sobre el hielo.

Otabek jamás había visto esa rutina de Yuri. Conocía todas y cada una, y esta era nueva, con la intención de entregar un mensaje. Mientras la música seguía, Yuri volaba, raspaba el hielo y daba vueltas por aquí y allá. Los ojos de Otabek no podían creer nada, y a la vez, querían grabarse todo lo que estaba sucediendo frente a sus ojos.

Yuri, como todo un profesional, ejecutaba su rutina, pero si se hubiera detenido un segundo, habría escuchado el latir fuerte y rápido de Otabek, quien, no podía estar más sorprendido y emocionado.