III: ¿Quieres...?

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Carraspeó un par de veces antes de golpear la puerta, esperando que ya estuviese listo.

— ¿JoonMyun...?

—¡Ya casi salgo! ¡Lo prometo!

 Rió mientras se recargaba contra la pared. Tenía que admitir que aquello era su culpa, le pasaba por levantarse y prepararse sin avisar antes a su novio y luego solo dejar caer la bomba y pedirle que se apresurara.

"Aprovechemos que Dae no está y tengamos una cita". De eso apenas y habían pasado veinte minutos, pero la emoción estaba consumiendo a ChanYeol. Era uno de esos días que él no sabía explicar, donde la felicidad lo embriagaba y las emociones lo movían a hacer cosas de un momento a otro, siempre en busca de multiplicar aquello que lo llenaba.

Era 5 de agosto, día en el que cumplían otro mes desde que comenzaran a ser novios, y ambos tenían libre porque era fin de semana. DaeHan se había ido a la casa de uno de sus amigos, los padres de este no habían tenido problema alguno en que se quedara por el fin de semana, lo que les daba espacio a ambos como pareja. Y quería aprovecharlo.

—¿Amor? ¿Ya?

Apenas hubo dicho eso, la puerta se abrió. Un arreglado JoonMyun apareció frente a sus ojos, causando que sonriera. La chaqueta y las zapatillas de color azul, los pantalones negros ajustados, la camiseta blanca. Todo parecía resaltar esa maravillosa sonrisa que se reflejaba en sus ojitos entrecerrados, los que parecían decirle que todo iba a salir bien, que era una buena idea.

— Tierra llamando a ChanYeol. Amor, ¿estás o te perdí? 

La sonrisa que le entregó a su novio pareció ser suficiente como respuesta. No logró evitar el abrazarle brevemente, ambos brazos rodeando su cintura mientras su barbilla se recostaba en el hombro ajeno. Cerró los ojos, inhalando el maravilloso aroma a vainilla que desprendía el menor, antes de suspirar. 

—¿Listo para un día grandioso? 

[. . .]

—¡Esto es maravilloso! ¡Me encanta, Yeol! 

Los brazos de su pareja se enredaron en torno a su cuello mientras murmuraba miles de gracias que él no se cansaba de escuchar. Cerró los ojos mientras reía con suavidad, ambas manos posándose en la cintura del menor mientras este continuaba emocionado. 

Lotte World siempre había sido uno de sus lugares favoritos, los que lo conocían no podían no saberlo. Mientras conducían sin un rumbo fijo había pensado en ello y al parecer la decisión había sido la mejor. JoonMyun rebotaba feliz mientras esperaba a que ChanYeol sacara la billetera, hablando sumamente emocionado acerca de lo que deberían hacer.

—Podemos hacer una carrera alrededor de la pista, ¡podemos bailar en el centro! Oh, oh, nunca he patinado en hielo...— Las palabras salían de a montones mientras estaban en la fila para cancelar un tiempo determinado dentro del lugar, pero alcanzaba a entenderlas todas. Mientras se ponían los patines hubo un poco de silencio, imaginó que era por los nervios de experimentar algo nuevo.

—Hey...— Le había susurrado, los ojos impropios desviándose rápidamente hacia los suyos. —Verás que todo saldrá bien y nadie se caerá, ¿mh? 

Y así fue.

Las risas no faltaron, el miedo se fue perdiendo, los abrazos parecían no acabarse. ChanYeol grabó a fuego en su memoria cada gesto que el menor hacía, cada movimiento que aprendía y parecía volverse propio con tanta sencillez. La emoción que demostraba a cada segundo era la misma que lo había cautivado cuando se conocieron, no solo su habilidad debajo de las sábanas, que había sido una grata bonificación.

I'm terrified, but...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora