Recuerdos...

Él

Cuando de repente, tocan a su puerta, ella se levanta escuchando el latido de su corazón con cada paso que daba, puesto que no recibía visitas, hubiera mirado por el agujero de la puerta, si hubiera tenido uno. Abre la puerta, y observa a un hombre, alto, cabello castaño, su tez era tan clara y suave como ella nunca hubiera imaginado que la piel de alguien podía ser. Se quedó petrificada por su mirada, a pesar de ser un alguien, que aparentaba belleza y perfección, su mirada demostraba una maldad y lujuria tan profunda, que podían atormentar a cualquiera. El sonrió.

El hombre cruzó la puerta sin pedir permiso alguno, Elisa, quién era la dueña de la casa, seguía en el mismo lugar, no hizo ningún movimiento, su corazón latía cada vez más fuerte, ya no lograba escuchar sus propios pensamientos, su pupilas dilatadas, sus manos sudaban, sus piernas temblaban más que antes, y sus pensamientos se diluían, pero seguía inmóvil.

El hombre la agarró fuerte de la muñeca, y de una maniobra brusca, tenía ambas manos de Elisa sujetadas.
El corazón de Elisa latía más fuerte, este parecía que iba a explotar, los ojos de ella mojados por el sentimiento que hundía su pecho.

Mis pensamientos se tornan borrosos, me duele mucho el pecho, no puedo respirar, grito y nadie me ayuda, quiero morir ahora.