First Book.

408 54 2
                                    


...

_________________________________________

Aunque los días sean fríos y el mundo siga girando, quiero tener la verdad. Mantén la bestia dentro mientras se congela la sangre, no puedo escapar de esto ahora, necesito que me muestres como...
_________________________________________

☪️

Nunca me había detenido a pensar en el momento en que moriría, a mis veintidós años la muerte parecía algo tan lejano, pero justo esta noche mi último aliento de vida se escapaba tan ágil, perdiéndose en la inmensidad de la noche mientras él retrocedía cayendo de rodillas y respirando agitadamente.

¿Estás cansado?

Matarme no fue tan fácil, ¿cierto?

Su respiración agitada resonaba en todo el almacén gracias al terrorífico eco que este poseía, mi sangre aún caliente se juntaba formando un charco a mi alrededor mientras mis pulmones luchaban por obtener algo de aire. Recuerdo haber visto su pálido rostro bañado en sangre mantener la misma expresión en blanco durante los escasos minutos que estuve con vida, sus oscuros ojos fijos en mi esperando pacientes a que me ahogara con mi propia sangre es algo que llevo muy grabado en mis memorias. No estoy seguro de si es porque me impresionó la calma que transmitía o si se debe a que fue lo último que vi antes de morir, finalmente.

Un vacío lleno de oscuridad me arrastro durante un tiempo y esta especie de espiral me atrapó dejándome indefenso ante lo que había más allá de mis pies, o al menos así fue durante el primer día. Vague por extensas praderas rojas durante todo el segundo día y cuando por fin llegué al final me topé con un abismo, al cual fui empujado. El tercer día llego y yo aún me encontraba cayendo por el abismo, el viento paso de ser frío a en unos segundos estar demasiado caliente, las paredes de roca naranja volaban rápidamente a mis costados dejándome hundir en donde sea que fuera que estuviese. En el cuarto día caí, finalmente, sobre un especie de mar demasiado azul y sin ningún pez, me seguí hundiendo en el agua mientras los colores se mezclaban dejando un punto negro siendo rodeado por un círculo rojo que se superponía a un círculo naranja, que se superponía a un círculo azul oscuro y este superponiéndose a un círculo de un azul más claro. Aún en el quinto día seguí hundiendome en el agua.

El sexto día, cuando el mar se acabó, mi cuerpo impacto sobre la tierra manchada de un verde un tanto oscuro, rebote un par de veces logrando así caer, nuevamente, dentro de una grieta que parecía no tener fin. En algún momento llegué a pensar que caería por siempre, pero cuando el séptimo día llego una especie de luz se formó en lo que parecía el fondo de la grieta, la velocidad de mi caída se aumento y mi cuerpo fue succionado por la brillante luz que cegó mis ojos durante un momento obligándome a cerrarlos. Cuando expuse mi vista al mundo de nuevo me encontraba de pie sobre maleza seca, mis pies estaban sobre tierra firme y fui agradecido por ello.

Inspeccione el lugar superficialmente y me encontré a mí mismo parado sobre el jardín peor cuidado del universo. No había ninguna planta viva en ese lugar y las pocas esperanzas de que algo creciera se perdían al ver como el sol golpeaba directamente la tierra, desapareciendo cualquier rastro de humedad. El lugar era deprimente y casi un asco.

-Menuda mierda, ¿eh?- La voz de este tipo apareciendo de la nada me distrajo del hermoso paisaje. Si captan el sarcasmo, ¿no?

-....

-Bienvenido al infierno, mi amor.

Demons ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora