O4: Øne ʟιɢнт

334 43 19
                                    

Disclaimer: D. Gray Man (ディー・グレイマン) Escrito e ilustrado por Katsura Hoshino.

Parejas: Allen Walker x Yuu Kanda.

Las demás se decidirán conforme avance la historia.

Advertencias: Cambio de edades en los personajes.

N/A: ¡Hola, hola! ¿Cómo han estado? Esperó que bien, por fin la temporada de exámenes se acabo ¡Soy libre! Aunque no falte mucho para los globales (╥_╥) pero algo es algo. Sin mas rodeos e aquí un nuevo capitulo~
Como siempre, perdonen los errores ortográficos (=^・^=)


«To your grave I spoke,Holding a red, red rose

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

«To your grave I spoke,
Holding a red, red rose.
Gust of freezing cold air,
Whispers to me,

That you are gone»

—Capítulo 4—
Øne ʟιɢнт

Allen tomo una gran bocanada de aire mientras su cuerpo temblaba y sus ojos amenazaban con soltar lágrimas nuevamente.

En sus manos sostenía una espada envainada y delante de él, en una pequeña mesa redonda y algo polvorienta estaba situado un reloj de arena o eso parecía a simple vista, la diferencia de este reloj a los de su clase era que dentro de el no había ni una pizca de arena que caía si no unos pétalos marchitos de lo que una vez fue una hermosa flor de loto. Ni él mismo sabia como ambos objetos se habían conservado después de tantos años ¿cómo Mugen estaba en una sola pieza después de tal batalla y aquellos pétalos no se habían desvanecido como los demás? En un momento se rindió de encontrar la respuesta y se conformó con mantenerlos, vaya que era un masoquista, pero simplemente no podía dejarlos, algo dentro de él se lo impedía además de que era lo único físico que conservaba de él. El reloj, la katana y un gastado listón rojo que una vez utilizó para hacerse una pequeña coleta, actualmente la llevaba amarrada a su muñeca como si de una pulsera se tratará.

Abrazo a Mugen contra sí, como si su vida dependiese de ello, era una costumbre que había adquirido siempre que visitaba aquel cuarto donde guardaba las pertenencias del azabache. De alguna manera sentía que su dolor se iba cuando lo hacia, era algo extraño o tal vez una jugarreta de su mente contra él pero tener la espada entre sus brazos se sentía como tener a Kanda abrazando de él, dándole de su calor y protección que lo hacían calmarse. Como un susurro a su oído diciéndole que estaba a su lado.

Neah se había quedado callado todo ese tiempo. Cada vez que Allen entraba a esa habitación guardaba silencio y observaba desde algún lugar recóndito de la mente del albino.

Tal vez no sentía lo mismo que Allen Walker pero si podía ver cosas que él no.

Sonrió de lado ante la escena frente a sus ojos.

Let It Die [Yullen]Where stories live. Discover now